Si algo le faltaba a esta ola de violencia y locura desatada en el fútbol local, era una denuncia grave generada en el Torneo del Interior, que determina tres ascensos al torneo Argentino B. Todo se originó en el partido disputado en Tucumán, donde el local Sportivo Aguilares eliminó en definición por penales a Sportivo Fernández de Santiago del Estero, en un clima más que enrarecido, que tuvo a los visitantes como víctimas de amenazas con armas de fuego y agresiones de todo tipo, hasta con nafta y ácido. En medio de este “clima”, Sportivo Fernández quedó eliminado por penales, pero el club ya protestó el partido y en el Consejo Federal de la AFA ya tomaron cartas en el asunto (ver aparte).
Así lo hizo saber el presidente de la entidad santiagueña, Luis Fernández, quien aseguró que “contarlo es muy diferente a vivirlo. Yo he sido jugador de fútbol y ahora como presidente me ha tocado vivir momentos difíciles en mi vida, pero lo que nos tocó vivir en Aguilares es la primera vez que me pasa. Nunca lo había vivido. Amenazas de muerte desde cuando estábamos en el hotel. Nos visitaron grupos que rompieron todo el micro y lo pintaron con leyendas alusivas a la muerte mientras estaba detenido frente a la Unidad Regional 3 de Concepción”, dijo Fernández en una nota publicada en La Voz de Tandil y reproducida por el portal tucumánalas7.“Cuando nos dirigíamos a la cancha -continuó el presidente- se nos cruzaban autos con hinchas armados. En un momento se cruzaron dos vehículos, bajaron 6 hinchas y nos amenazaron con armas de fuego, ante la mirada de la policía, que nos custodiaba, pero no hizo nada. Al llegar al estadio, quise entrar y me hicieron volver de una trompada. Y ahí me dijeron que la Comisión Directiva no entraba, que solo lo podían hacer los jugadores. Entonces, para calmar los ánimos, me puse a un costado. Pero ingresó el director técnico y lo atacaron cinco hinchas a patadas y golpes. A los jugadores los hacían entrar de a uno y los agredían verbal y físicamente. Nos tiraron acaroína con nafta y ácido. Tenemos varios jugadores y el preparador físico con quemaduras”.Extendiendo su relato, Fernández comentó que “al terminar el primer tiempo ingresaron seis barras al vestuario y amenazaron de muerte a los jugadores, porque la intención era no ingresar a jugar el segundo tiempo. El preparador físico estaba en contacto conmigo, por vía telefónica, y yo le decía que no entraran a jugar, pero él me indicaba que era tal el nivel de agresión que, si no entraban, los iban a matar. Ante ese panorama se refugiaron en el vestuario del árbitro y el propio juez les pidió por favor que salieran a jugar porque si no los iban a matar a todos”.
Ante esta situación, el dirigente explicó que “con una enorme dignidad, el equipo salió y jugó el partido, perdiendo 2 a 0. Nos anularon dos goles y cuando nuestro técnico le recriminó al árbitro, le respondió ï¿Qué quiere usted? ¿qué me maten?ï. La cuestión es que nuestros jugadores patearon los penales ante esa presión y perdieron, y así y todo siguieron siendo agredidos una vez terminado el partido. Una vergüenza”.