Y entonces resolví asistir al estadio. Como era un encuentro más sonado que todos los anteriores, tuve que irme temprano. Confieso que nunca en mi vida he llegado tan temprano a ninguna parte y que de ninguna tampoco he salido tan agotado….De esta manera comenzaba "El juramento", el escrito más famoso de Gabriel García Márquez dedicado enteramente al deporte. Gabo presenció el duelo entre Junior y Millonarios hace más de 30 años, y expuso ante varias generaciones con un sólo plumazo, su afición por el fútbol y su manera tan increíblemente particular de ver el mundo.Describía a los aficionados con una proeza impresionante: "Ahora me explico por qué esos caballeros habitualmente tan almidonados, se sienten como un calamar en su tinta cuando se colocan, con todas las de la ley, su gorrita a varios colores. Es que con ese solo gesto, quedan automáticamente convertidos en otras personas, como si la gorrita no fuera sino el uniforme de una nueva personalidad," escribía.
Su escrito no fue plenamente para dibujar la belleza de los alrededores, o para indagar sobre un detalle en particular. El escritor colombiano se dio el lujo de exponer su conocimiento experto de lo que estaba ocurriendo sobre la cancha."En primer término, me pareció que el Junior dominó a Millonarios desde el primer momento. Si la línea blanca que divide la cancha en dos mitades significa algo, mi afirmación anterior es cierta, puesto que muy pocas veces pudo estar la bola, en el primer tiempo, dentro de la mitad correspondiente a la portería del Junior," escribía.El futbol, considerado por muchos como ese "algo" que pertenece a las clases bajas, una diversión que no posee mucho caché intelectual, fue vitoreado y sentenciado como algo que se ganaba al enorme escritor e hijo favorito de Macondo."No creo haber perdido nada con este irrevocable ingreso que hoy hago –públicamente– a la santa hermandad de los hinchas. Lo único que deseo, ahora, es convertir a alguien… " concluía.Fuente: foxsportsla