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Gadir: el Cádiz fenicio a través de sus obras de arte

Publicado el 25 febrero 2025 por Fotograrteblog @fotograrte
Recreación del Canal Bahía-Caleta en los tiempos antiguos: la Isla de Eritheia, izquierda y la Isla de Kotinoussa, derecha.
  1. Introducción

Uno de los pueblos más especiales de la Antigüedad fueron los fenicios. A diferencia de los imperios militares de otros pueblos contemporáneos, forjaron uno eminentemente comercial, en el que las colonias eran importantes centros donde se intercambiaban mercancías, ideas e influencias entre los colonos y los nativos. Estas colonias comerciales se extendieron por todo el Mediterráneo, llegando hasta el extremo más occidental del mismo. Así, entre otras ciudades, fueron ellos quienes fundaron Gadir en algunas islas del sur de la actual España. Este artículo pretende hacer un breve estudio de las piezas de arte encontradas en esta zona de influencia y lo que nos dicen de este pasado remoto.

Recreación del Canal en la actual ciudad de Cádiz.

1.2. History and Geography:

Primero debemos hacer una breve introducción histórica y geográfica de la época y el lugar a los que nos referimos.

1.2.1. Coordenadas históricas

Las utilizaremos después para estudiar las obras de arte.

a) Desde la fundación de Gades hasta la caída de Tiro bajo dominio asirio y luego helenístico: se cree que la fundación de la ciudad tuvo lugar en 1104 aC,1 lo que la convertiría en la ciudad más antigua de Europa occidental. Los primeros descubrimientos arqueológicos han sugerido durante mucho tiempo que la ciudad se fundó en el siglo VIII aC. Sin embargo, restos arqueológicos más recientes han hecho retroceder esta fecha probada hasta el siglo IX a.C.

Las tres islas antiguas de la zona: Erytheia, Koutinoussa y Antipolis en un mapa del tiempo moderno (líneas azules).

b) De la caída de Tiro y el resto de ciudades fenicias del Mediterráneo oriental: la conquista de las ciudades fenicias orientales hizo que los pueblos que no querían caer bajo dominio extranjero huyeran hacia sus colonias occidentales, Cartago, el sur de Italia y también el sur de España. Eso dio lugar a un rico intercambio de influencias, entre otras helenísticas y egipcias.

1.2.2. Coordenadas geográficas:

Cuando vemos el mapa de Cádiz en la actualidad, parece que su superficie siempre estuvo unida. Pero si nos fijamos bien, podemos ver los restos del antiguo Canal que separaba las dos islas principales. Incluso ahora podemos ver a la izquierda de la imagen el canal sumergido, que continúa bajo la ciudad.

El Canal entre estas dos islas, llamadas Eritheia y Koutinoussa, se utilizó para construir su puerto. Así, los barcos (y su carga) quedaban protegidos tanto de los enemigos como de los vientos del Estrecho. Gadir, en su propia lengua, significaba «recinto fortificado o cerrado», debido a las murallas que protegían la ciudad.

De hecho, la dársena de ese puerto del siglo III a.C. puede visitarse, ya que fue descubierta bajo la ciudad de Cádiz en el siglo XX. Excavado en la propia roca natural, ha servido para comprender mejor cómo se trazaba la ciudad en aquellos primeros tiempos, y es una reminiscencia de la lucha entre Roma y Cartago en territorio español. De hecho, parte de los restos son, en realidad, el dique seco donde los constructores púnicos fabricaban sus propios barcos de guerra para combatir a la República Romana en la zona.

Pero la zona también incluye otra isla, que se llamaba Antípolis (hoy, Isla de León), en la que también se han encontrado restos del pasado esplendor fenicio. También podemos localizar en el mapa los tres templos más importantes que tuvo la ciudad en aquellos tiempos: El de Melkart al sur (Koutinoussa), el de Baal al norte (Kotinoussa) y el de Astarté al norte (Erytheia). Todos esos restos de templos han facilitado, de hecho, la narración de la historia de la ciudad en aquella etapa de la Antigüedad.

The Thymiaterion o quemaperfumes.
  1. Tras esta breve introducción, comenzamos el examen de algunas de las obras de arte encontradas:

Comenzando por el primer periodo, examinaremos una de las piezas más interesantes: este Thymiaterion o quemador de perfume fue hallado en la vecina ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Su origen fue el santuario de Algaida, dedicado a una divinidad femenina, probablemente la diosa fenicia Astarté.
Su importancia radica en que se trata de una pieza única, que no se encuentra en ningún lugar de la zona occidental. Realizada en terracota con tres lados iguales en los que se representan lunas, es un gran ejemplo de la maestría en la zona en los siglos VII-VI a.C. Astarté, diosa de la fertilidad, estaba simbolizada por el planeta Venus y la Luna, asociándola a la navegación astronómica, de ahí su importancia en Gadir.
Posteriormente, el templo se dedicó a la diosa romana Venus, mencionada en sus obras por Plinio el Viejo.

El segundo es este sorprendente capitel datado en el siglo VII a.C.. Debido a su parte superior oblonga, probablemente sólo tenía una función ornamental, no constructiva.

Este tipo de capitel, también llamado «protoiónico» o «protoeólico», era bastante común en Siria-Palestina en las construcciones patrocinadas por las distintas casas reales, como vemos en lugares como el primer templo de Jerusalén, Samaria y Megido. En estos templos orientales, se encontraban flanqueando sus puertas principales. Probablemente indican la ubicación del templo de Baal en la zona.

Estatuillas de Melqart.

Siendo Melqart el mayor de los dioses fenicios, algunas de sus imágenes se habían encontrado en la zona, apuntando a su templo en la zona sur de Kotinoussa. Éstas (izquierda), de influencia egipcia, se hallaron en la zona conocida actualmente como Sancti Petri.

Las fuentes literarias de la Antigüedad describen el templo y los rituales que allí se practicaban. El culto era totalmente fenicio, muy similar al que se realizaba en Tiro. En época romana, llamaba la atención por ser algo muy diferente del ceremonial religioso habitual del mundo clásico. A nivel arqueológico, sabemos muy poco del templo de Melqart. La datación de las piezas debe situarse en el siglo VII a.C.

Este guerrero (derecha), fabricado localmente en piedra ostionera, se encontraba entre los materiales que constituían el relleno de un pozo y había sido trasladado allí desde otro lugar por razones desconocidas. La actitud de la figura, así como la falda hasta la rodilla, el gorro y la barba puntiaguda, responden a una iconografía oriental en la que un guerrero, con el cuerpo inclinado, clava una lanza en un animal caído o en un enemigo herido en el suelo. Su cronología se sitúa en torno al siglo VI a.C., aproximadamente.

Tras la caída de Tiro y la huida de una parte de sus habitantes a las colonias occidentales, la influencia helenística se convierte en la más relevante. Además, los fenicios fueron poco a poco sustituidos por los púnicos, aunque durante un tiempo se les seguiría denominando «fenicio-púnicos».

Anillo fenicio-púnico.

Este anillo basculante data de alrededor de los siglos V-IV a.C. Formaba parte del ajuar funerario de una de las tumbas fenicio-púnicas descubiertas. Realizado con pan de oro e interior de plata, el elemento basculante está compuesto por un escarabeo de cristal de roca en cuya parte plana puede verse un grabado que representa a Pegaso con Belerofonte, personaje que, según la mitología, consiguió domar al caballo. Como vemos, la imagen mitológica es ahora griega, no fenicia.

Mujer sentada

Durante el siglo XX se hicieron grandes descubrimientos, sobre todo de esculturas, ya fueran fabricadas en la zona o importadas. Tanto la guerrera mencionada como la siguiente son de gran interés dada la escasa presencia de escultura fenicia en piedra en la Península Ibérica. Ambas están realizadas en piedra sedimentaria local (piedra ostionera), con superficie estucada, y revelan la existencia de un arte plástico monumental entre los fenicios occidentales, aún poco conocido.

La siguiente (derecha) representa a una mujer sentada, ahora parcialmente mutilada. La estatua se utilizó posteriormente como bloque de piedra para una tumba romana en el siglo II a.C.

Llegamos a lo mejor del lote: los sarcófagos fenicios masculino y femenino:

Sarcófago masculino.

Fechado hacia el 400 a.C., representa a un personaje masculino maduro, con el pelo y la barba bien peinados, que sostiene una granada en la mano izquierda y una corona de flores pintada en la derecha, muy perdida. También es el único sarcófago de este tipo, con barba y brazos, hallado en el mundo.

Sarcófago femenino

El sarcófago femenino fue fabricado hacia el año 470 a.C. y se encontró por casualidad al poner los cimientos de un nuevo edificio en el lugar donde vivió Pelayo Quintero Atauri, antiguo director del Museo de Cádiz, quien siempre sostuvo que, si había un sarcófago masculino, tenía que haber uno femenino.

Su origen es desconocido: algunos estudiosos han defendido que fue fabricado en Sidón, actual Líbano y transportado a España, siendo un ejemplo de las buenas relaciones entre las zonas oriental y occidental del Mediterráneo bajo influencia fenicia. Otros han defendido que se fabricó en el sur de Italia o incluso en un taller local de Cádiz, como prueba de su importancia. Hoy, parece que el origen sidonio es el correcto:

Fechados en el siglo V a.C., dos sarcófagos antropoides fenicios, un varón y una mujer , hallados en Gadir (Cádiz, España), son hasta ahora las esculturas de mármol más antiguas encontradas en la Península Ibérica. La identificación de la procedencia del mármol utilizado para fabricarlos ha sido objeto de controversia durante varias décadas y ha resurgido recientemente al publicarse que fueron realizados por artesanos fenicios utilizando mármol ibérico de Macael. Esta identificación no sólo no es razonable desde el punto de vista arqueológico, sino que además carece de todo apoyo analítico. Por el contrario, dado que los sarcófagos pertenecen a una producción sidonia del Mediterráneo oriental, lo más probable es que su materia prima sea de origen greco-asiático. Con el fin de arrojar luz sobre esta controversia y resolver objetivamente la procedencia del mármol, se llevó a cabo un enfoque analítico multimétodo. La microscopía óptica, los análisis de catodoluminiscencia y los isótopos estables de C y O aclaran la procedencia del mármol, confirmando que ambos sarcófagos singulares fueron tallados en un mármol cicládico, de acuerdo con su estilo sidonio.


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