Quizás no me hubiera planteado esta lectura si no me la hubiesen puesto prácticamente en las manos. Y no es que me disgusten las biografías noveladas, ni que Gala y Dalí carecieran del atractivo necesario para despertar mi curiosidad, simplemente que ante el aluvión de lecturas que llaman mi atención ésta habría quedado descartada. Y después de terminada su lectura, reconozco que he disfrutando conociendo muchas cosas que ignoraba totalmente, pese a tener los años suficientes para recordar verlos en la televisión en sus últimos años, y por supuesto conocer la obra de Dalí, y a grandes rasgos su vida y excentricidades.
LA AUTORA
Carmen Domingo (Barcelona, 1970), licenciada en filología hispánica por la Universidad de Barcelona, trabajó como investigadora en la Universidad de Ian Choc (Casablanca) y desde 1994 colabora en medios radiofónicos, televisivos y en la prensa escrita (El País, Marie Claire, Time Out). Se ha especializado en temas de investigación relacionados con la condición de las mujeres en la España del siglo XX. Sus últimos libros son Con voz y voto. Mujer y política en España, 1931-1945 (Lumen, 2004), Nosotras también hicimos la guerra (Flor del Viento, 2006) y Coser y cantar (Lumen, 2007).ARGUMENTO
Esta es la historia de Gala Dalí, que llegó a Europa procedente de la Rusia de los zares y que acabó vanagloriándose de ser la única mujer capaz de sacar lo mejor de los hombres con los que se emparejaba. Una mujer que siempre tuvo hombres — múltiples, variados, simultáneos, de distintas edades y procedencias, amigos de sus amigos y también enemigos, pintores, escritores, aspirantes a actores, nobles, plebeyos, ricos, pobres — a sus pies y, sobre todo, en su cama. Una mujer consciente de que para mantener el estatus económico tenía que permanecer casada, fuese o no fiel a su marido.Una mujer que estuvo casada con uno de los genios más brillantes del arte universal: Dalí. Esta novela se basa en su tormentosa relación.
MIS IMPRESIONES
Ya desde el inicio va a sorprendernos la personalidad de Gala, una mujer que estando en la recta final de su vida se niega a recibir a su hija que ha ido a verla al Castillo de Púbol, intuyendo que se acerca el final de su madre. Por más que insista la mujer que la atiende, Gala se niega a recibir y ver a Cécile y a saber nada de ella.A cualquiera que tenga hijos no deja de llamar la atención esa reacción, más todavía puesta en boca de la propia Gala, en la que muestra un desapego y falta de amor total, algo que según iremos viendo en la novela, siempre ha tenido hacia su hija; aunque seguro que no será lo único que nos sorprenderá de esta mujer a no ser que conozcamos muy bien su biografía. Una mujer que pese a estar enferma desde que era una niña murió a edad bastante avanzada, en una vejez que no quería aceptar, hasta el punto de hacer quitar los espejos de su castillo para no ver la decrepitud que acompañaba la edad que tenía, ni asumir los años que había cumplido, cuando ya ni siquiera la cirugía podía esconderlos.
Tras este principio que posiblemente nos dejará un tanto asombrados, retrocederemos a sus primeros años de vida, cuando siendo una adolescente viaja a Suiza para curar la afección pulmonar que la aquejaba desde niña, y empieza a tener claro durante el viaje, que ella no se va a quedar a vivir en Rusia. Necesita volar, salir de su entorno y su país, conocer Europa.
Y así página tras página, de la mano de Carmen Domingo, que nos ofrece un retrato detallado y profundo, iremos conociendo a Dimitrievna Diakonova, una muchacha que se hacía llamar Gala; cómo fue su vida y sus relaciones con los hombres que pasaron por ella. Gala es una mujer tan singular y compleja que despierta la curiosidad del lector hacia su persona. Una mujer con una gran obsesión por el tarot, y por gozar de libertad económica y sexual, además de una gran manipuladora, a la que no habrá nada que frene para conseguir sus propósitos.
Cuando Gala viaja a Clavadel (Suiza) ya es consciente de que para llevar a cabo sus sueños de salir de Rusia, triunfar y conseguir el estatus social y económico a que aspira necesitará casarse.
Allí conoce a Eugène Émile Grindel (Paul Éluard), perteneciente a una familia francesa adinerada, de quien se enamora y junto a quién decide compartir su vida, pese a la oposición de la madre de él; aunque siempre será fiel al consejo de su padrastro: "recuerda el único amante que puede romperte el corazón es aquel de quien dependas ... no dependas de nadie, nunca, y lucha por conseguir aquello que quieras, por ser tú misma. Por dirigir tú sola tu camino".
Gala se trasladará a París con el fin de casarse con Paul y mientras vivirá en su casa. Paul aspira a convertirse en poeta y Gala tiene el firme propósito de ayudarle a conseguirlo, pero ante el estallido de la Primera Guerra Mundial decidirá irse al frente. Aprovechando un permiso Gala llevará a cabo su propósito y se casarán, quedándose embarazada muy pronto y dará a luz a su única hija Cécile, algo que no entraba en sus planes.
Aunque hasta aquí ya hemos podido hacernos una idea de cómo es Gala, va a ser a partir de este momento cuando vamos a empezar de verdad a conocerla. En el mismo instante del nacimiento de su hija decide que no tendrá más hijos, ya que pueden robarle dos cosas a las que no está dispuesta a renunciar: la juventud y el tiempo. Gala no dudará en desentenderse de su hija en cuanto puede, dejándola, primero, a cargo de su suegra, y después de Paul, cuando se separa de él.
La relación con Paul Éluard va a estar marcada por las ambiciones de Gala, tanto durante su matrimonio como después. Por un lado, la pareja aunque goza de una buena situación económica por el trabajo que desempeña Éluard en el negocio familiar, las peticiones dinero a sus padres serán continuas, permitiéndoles gozar de una vida muy desahogada y sin preocupaciones, y, además, podrán ir adquiriendo antigüedades y obras de arte a buen precio, gracias a la sagacidad e intuición de Gala, que les proporcionarán belleza a su hogar y, además, con la vista puesta en que puede ser una buena una inversión a futuro.
Por otra parte, Gala intenta introducir a Paul Éluard en los círculos del surrealismo parisino y que tenga una posición relevante, buscando para ella un lugar en el que sentirse partícipe de este movimiento. Gala no es bien acogida por los otros integrantes del mismo, pero no está dispuesta a ceder en lo más mínimo su influencia sobre su marido ni dejar de controlar sus relaciones dentro de este movimiento, ya que no quiere quedar excluida del mismo.
Importante también en esta historia, para conocer con más profundidad a Gala, es la relación sentimental y sexual que Gala y Éluard van a mantener a lo largo de los años, una relación cuanto menos peculiar. Paul siente una adoración enfermiza por su mujer, con quien mantiene una relación matrimonial en la que Gala más que una esposa parece una amante, y en la que ambas partes gozan de una total libertad sexual sin poner límites tampoco en sus prácticas. Una libertad que se empieza a hacer más patente cuando viajan a Colonia y se alojan en casa del pintor Max Ernst, con el que Gala mantendrá durante un par de años una relación consentida y en la que a veces, de alguna manera, participarán los tres.
La vida de Gala tomará otro rumbo cuando en una de sus "salidas" Éluard conoce a un joven pintor catalán llamado Salvador Dalí que le invita a pasar unos días en Cadaqués, y la pareja acepta.
Dalí se siente fascinado desde el principio por Gala, en quien causa, en un primer momento, una pésima impresión por su excentricidad sobreactuada y su humor escatológico que no soporta, pero después de verse precipitada a "sus brazos", Gala va a reconocer al genio y el potencial que hay en el joven pintor y todo lo que puede sacar de él, y descubren que pueden tener muchas cosas en común. El instinto de Gala hace, de nuevo, acto de presencia y junto con sus grandes aliadas, las cartas de Tarot, sabe que tiene que seguir ese camino. Su vida está junto a Salvador Dalí.
Gala no dudará ni un minuto en abandonar a Paul y distanciarse definitivamente de su hija. Aunque esta separación y posterior divorcio del poeta no impide que sigan teniendo una peculiar relación. Paul continuará obsesionado el resto de su vida con Gala y en más de una ocasión, además de la correspondencia subida de tono que el poeta mantiene con ella, mantendrán encuentros sexuales.
Pero no sólo eso. En los primeros años, al carecer de ingresos y ser repudiados por la familia de Dalí, la pareja se encuentra en una situación económica crítica, y Gala no dudará en pedir continuamente dinero a Paul para sufragar los gastos de todo tipo de ambos, sin importarle la precaria situación por la que en algunos momentos pueda pasar el poeta, sin importar que ya esté liquidado el patrimonio en obras de arte que acumularon durante el matrimonio.
Gala será para Dalí, su musa, su guía, su descubridora y su mayor crítica. También se convertirá para él en una madre, enfermera, administradora, relaciones públicas, jefe de prensa, marchante sin escrúpulos, y le dominará hasta extremos impensables, marcando todos y cada uno de sus pasos en su día a día. Gala pasa a ser su otra mitad, lo que le falta para estar completo, para él lo será todo; tanto es así que firmará sus cuadros como GALA-DALÍ. Salvador no sabrá vivir sin ella, permitiéndole todo con tal de no perderla.
Gala defenderá y ejercerá su libertad sexual hasta el final de sus días, y más teniendo en cuenta que Salvador jamás llegaría a tener relaciones sexuales con ella, aunque Gala lo intentase y le provocase. A Salvador le repugnaba demasiado lo físico, tenía suficiente con ver sus pechos o su espalda al aire, tomar el sol o bañarse desnuda, "en compañía" de otros hombres bastándole su imaginación y disfrutando de su cuerpo con sus manos y sus propias caricias; Lo que, teniendo en cuenta la forma de ser de Gala, no supuso problema alguno, ya que para ella la fidelidad no significaba nada y siguió buscando otros hombres, en muchas ocasiones, más jóvenes y de una sola noche.
En conclusión en Gala-Dalí nos vamos a encontrar una biografía de esta peculiar mujer obsesionada por el tarot poniendo en sus manos cualquier decisión que tuviese que tomar, a la que por encima de todo le gustaba el dinero hasta la avaricia, que siempre gozó de una gran libertad sexual que no dudaba en utilizar para manipular y dominar a los hombres, una gran ambición y mucha intuición, y que se codeó con algunos de los grandes artistas y personajes de su época (por las páginas de esta novela van a pasar un buen abanico de ellos) entre los que también se granjeó algunos enemigos; y sobre todo es conocida por ser la musa y mujer de uno de los genios más grandes que dio el siglo pasado y que, posiblemente, si no hubiese sido por ella no habría llegado a deslumbrar como lo hizo: Salvador Dalí.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO