La gente siempre tiene sus héroes y superhéroes de cómic favoritos... Y es que por muy irreales, mutantes, poderosos y diferentes que sean a nosotros, este tipo de personajes tiene un algo especial que hace que nos sintamos vinculados a ellos.
Yo no me considero distinto al resto de las personas pero desde pequeño, en lugar de tener entre mis preferencias al típico superhéroe bonachón, a mi lo que de verdad me fascinaba y llamaba la atención era el mundo de los antihéroes, sí... toda esa retahíla de personajes que por una u otra razón no son ni carismáticos ni populares, y que no brillan o deslumbran como los héroes a secas.
Hay muchos nombres en la lista de mis personajes favoritos de papel y tinta. Ya hablé en su momento de figuras fascinantes como la de Spawn o The Man-Thing, pero todavía me quedan otros de los que hablar como es el caso del Blade y el Drácula de Gene Colan o del protagonista de hoy: el gran Galactus.
Este personaje tan peculiar de Marvel surgió de la genial cabeza de Stan Lee y de las hábiles manos de Jack Kirby (uno de mis dibujantes de referencia junto al anteriormente mencionado Gene Colan) y salió ya a las páginas a mediados de los años 60, una época en la que la explosiva creatividad de la Marvel estaba en su punto más álgido...
Por lo tanto Galactus es uno de esos personajes veteranos del cómic, siempre secundario, aunque no han sido pocas las veces en las que su terrorífica y oscura presencia se ha visto de forma asidua en los cómics de otras estrellas de la Marvel como Los Cuatro Fantásticos.
Hace ya bastantes años que no adquiero o sigo de forma regular determinado cómic, pero lo cierto es que nunca he desaprovechado la ocasión de comprar y leer todo aquello en lo que aparece Galactus, desde aquellos álbumes y tomos especiales entre los que me gustaría destacar el libro "El Juicio A Galactus" obra de John Byrne, "Parábola" de Möebius y para finalizar "Galactus El Devorador" del trío Simonson-Buscema-Sienkiewicz hasta esos números sueltos que me encuentro de vez en cuando en las ferias de los libros viejos como ese "Marvel Héroes" en el que se narra el origen del Devorador de Planetas (número recomendado a todo seguidor de Galactus).
La interpretación o recreación artística que más me ha impactado de Galactus fue la que hizo el inmenso dibujante Jack Kirby, ya que además de ser el artista que dio forma original al personaje, a parte es que su dibujo tan rotundo y anguloso me ha marcado mucho a la hora de dibujar (aunque se me haya pegado poco).
El maestro europeo Möebius también recreó al Devorador, aunque de una forma menos humana y más maquinal que le dio un toque interesante...
La figura de Galactus siempre me ha parecido colosal, temible... Y no sólo lo digo por su tamaño, sino más bien por la sensación de verdadera amenaza que genera su presencia para nosotros los mortales terrestres, ya que ese apetito tan suyo por zamparse planetas (sí, así como lo oyen) es suficiente argumento para ser tenido en la lista de los antihéroes "más mejores" de la Marvel y del cómic en general.
Cuando hablando con mis amigos de cómics y demás frikadas (en el buen sentido siempre) se me ha ocurrido nombrar a Galactus y contar sus aventuras, me suelen mirar con caras raras... Así que cuando ya me envalentono y les hago saber las pintas que se gasta nuestro peculiar protagonista (con esos coloridos tan llamativos), pues ya no os podéis ni imaginar la de risas y vaciles que he tenido que soportar... ¡Pero qué queréis que os diga! ¡A mi me sigue molando!
Como los prejuicios o las vergüenzas son tonterías y hay que reírse de lo que a uno le gusta, ahí va del tirón una pequeña selección de imagenes jocosas que tienen a Galactus como objetivo principal: