Una de las grandes novedades del Galaxy S5 es su resistencia al agua con certificación IP67 que le permite, al menos en teoría, inmersiones de hasta un metro por periodos de 30 minutos sin despeinarse.
Los chicos de Mobile Review han querido hacer la prueba metiendo el Galaxy S5 negro a un tanque de un metro de profundidad durante ese mismo tiempo, probando algunas de de sus funciones mientras tanto, por supuesto en vídeo.
Al margen de si la edición castigada es la correcta o no, el teléfono se mantiene sumergido durante media hora (que podemos comprobar echando un ojo a la hora del teléfono al principio y final del buceo) en no precisamente el agua más limpia que hayamos visto nunca.
A partir del minuto 12 se ve como, retiranto la tapa, el agua entra hasta el sellado de la batería, no más allá. Buen trabajo el que ha hecho Samsung manteniendo la posibilidad de retirar la tapa, con acceso a la tarjeta microSD y sin añadir más pestañas de las necesarias. ¿Qué os parece a vosotros?
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