Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)
Concluidas las cinco series de los Episodios Nacionales, subo hoy al blog la novela titulada Doña Perfecta. La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, publicada originariamente en Madrid, en 1876, por Imp. de J. Noguera.
Doña Perfecta: una novela original pertenece al grupo de "novelas de tesis" del autor canario y ha sido considerada por algunos críticos como una de sus obras tempranas más importantes. El propio Galdós hizo una adaptación teatral, estrenada en Madrid en 1896. La novela fue llevada al cine en México (1950) y en España (1977). Nació como novela de encargo, solicitada por su paisano Fernando León y Castillo para amenizar las páginas de La Revista de España, donde fue apareciendo a medida que la escribió, pero las innumerables tachaduras de palabras y párrafos que muestran las páginas del manuscrito conservado son testimonio —como analizan galdosistas como Ortiz-Armengol— de lo cuidadoso que era Galdós en escoger palabras y en organizar su narración, modificando el final de la historia poco después de haberla terminado de escribir.Casalduero, en 1951, la elige como definición galdosiana de "la tragedia de España", un escenario literario donde confluyen y se enfrentan "los dos conceptos del mundo, el medieval (Doña Perfecta) y el moderno (Pepe Rey)", que tratan de conquistar a la España que vivió Galdós, encarnada en el personaje de la hija de aquella y novia de éste: Rosario..."la España actual, en manos de la Intransigencia y el Fanatismo: Doña Perfecta".
Doña Perfecta, viuda y vecina de Orbajosa, una ciudad provinciana de la España profunda, acuerda con su hermano residente en Madrid, preservar el patrimonio familiar casando a su hija Rosario con su sobrino Pepe, brillante ingeniero, al que invita a visitar Orbajosa a conocer a su prima. Pepe Rey, educado en un ambiente más evolucionado y progresista, aunque católico, chocará con la mala impresión que les produce tanto a Doña Perfecta como al cura del pueblo, Don Inocencio. Nada podrán contra ello las buenas vibraciones que nacen entre Rosario y Pepe. El drama amoroso se desencadena. Espero que la disfruten.
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
HArendt
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)