Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.
Publicado en 1909, España trágica es el segundo episodio de la quinta serie del gran friso narrativo de los Episodios Nacionales que sirvió de vehículo a Benito Pérez Galdós para recrear novelescamente engarzada la totalidad de la compleja vida de los españoles –guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares– a lo largo del agitado siglo XIX. La España trágica de este episodio, turbulenta y sin rumbo, es la que sucede a la Revolución de 1868 y al destierro de Isabel II. La muerte en duelo del infante don Enrique de Borbón a manos del duque de Montpensier y el misterioso asesinato del general Prim son los sucesos en torno a los cuales se urde la acción de este episodio que se desarrolla en los escenarios madrileños tan gratos al novelista.
El asesinato del general PrimY ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendtHArendt
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)