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Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/
Edhasa, Septiembre 2010
Género: Novela
512 páginas
El capitán Ático, un joven de origen griego, y el centurión Septimio asignado a su nave, escapan de una gran flota cartaginesa que pretende realizar un bloqueo en torno a Sicilia.
Ambos llevarán la noticia a Roma y allí el cónsul Cneo Cornelio Escipión tratará de aprovechar la oportunidad para conseguir fama y poder. Ordenará construir una inmensa flota para enfrentarse a los cartagineses, una flota que tiene intención de dirigir en persona. No cuenta con la ambición del cónsul sufecto Cayo Duilio, que trata de poner trabas a su misión y de liderar él mismo la misión.
Ático y Septimio serán quienes deban adiestrar a capitanes y soldados para que el ataque resulte más efectivo. Pero la precipitación de Cneo Cornelio para poder cumplir sus deseos puede resultar fatal para todos.
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La Primera Guerra Púnica entre Roma y Cartago se inició en el 264 a.C. y la acción de esta novela se sitúa pocos años después, bajo el consulado de Cneo Cornelio Escipión. En ella se detalla el bloqueo de la isla de Sicilia, donde estaban destinadas dos legiones romanas, y los intentos de la República por romper el cerco de la armada cartaginesa.
El ejército romano era claramente superior al cartaginés en las batallas terrestres, pero no disponía de flota alguna; apenas una docena de barcos recorrían el litoral librándoles de los piratas. Ante la amenaza de una flota compuesta por más de un centenar de naves enemigas, la República realizó una ingente labor para construir galeras suficientes para enfrentarse a su adversario.
La novela narra toda esa epopeya con detalle: la construcción de los barcos, el entrenamiento de los legionarios y los capitanes, las escaramuzas y las batallas. Y explica también el enfrentamiento entre el cónsul Cneo Cornelio Escipión y el cónsul sufecto Cayo Duilio por el mando de la nueva flota. Ambos senadores utilizarán la amenaza que se cierne sobre Roma en su propio provecho, especialmente el primero, y esa actitud le acarreará graves consecuencias.
Testigos de esos hechos son los dos protagonistas principales de la trama: Ático, el capitán de la galera Aquila, y Septimio, el centurión destinado en la misma. A través de ambos el autor nos desvela el funcionamiento del ejército, el poco aprecio que los soldados dispensaban a la infantería de marina y la arrogancia de los romanos hacia quienes procedían de otras tierras conquistadas. Para ello se sirve también de otros escenarios que contribuyen a ofrecer una visión más detallada sobre la situación narrada, como son las tierras de Sicilia donde las legiones permanecen aisladas o el desarrollo de la contienda en las filas cartaginesas, con Aníbal Giscón como protagonista.
La trama es envolvente, tal vez un poco simplista en ocasiones, pero muy amena. La historia tiene mucho ritmo, personajes atractivos y una cuidada ambientación. Destacaría el trabajo del autor a la hora de explicar el funcionamiento de un trirreme, los inconvenientes a los que se enfrentaba a la hora de navegar o de entablar batalla, la dotación que lo componía o el invento del corvus en esas fechas para facilitar el abordaje. Todo ello narrado con fluidez y sin exceso de tecnicismos, de un modo sencillo y asequible.
Una buena labor de documentación al servicio de una novela histórica y de aventuras sumamente entretenida.
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