Cantillana volvió a vivir ayer su Día Grande: el día de la Divina Pastora. Un nuevo 8 de septiembre en el que la Virgen nos regaló una maravillosa, apoteósica y exultante noche a todos los pastoreños que se desviven por ella durante todo el año y dan lo mejor de sí mismos, sin condiciones, a su Bendita Madre. Un amor incondicional, que no entiende de pretextos ni ambigüedades, que dura ya casi tres siglos y que, cada 8 de septiembre, se hace presente en las calles de nuestro pueblo, en un recorrido desbordado con las ya acostumbradas muestras de sincero fervor "rayano en delirio" dirigidas a la que es Dueña de nuestros corazones y de nuestras vidas: la Divina Pastora de las Almas.
A continuación compartimos una selección de imágenes de la procesión tomadas por Rubén Díaz (Blog El Nazarenito) y por Daniel Ternero (Entre Varales)