Galería loewe

El pasado martes estuve en la inauguración de la Galería Loewe, un espacio contemporáneo dedicado en exclusiva a la única firma de lujo que tiene nuestro país.

La apertura, que tuvo lugar el pasado 20 de marzo con motivo del estreno de la remodelación de la tienda más emblemática de Barcelona, Passeig de Gràcia 35, se celebró oficialmente el martes 11 de abril. Un acto de inauguración, para la prensa e invitados de la firma, que se prolongó hasta media noche. Un buen comienzo para este gran proyecto que tiene como objetivo dar a conocer más y mejor la trayectoria de una firma de más de 150 años de historia, proveedora oficial de la Casa Real en el 1907 por el Rey Alfonso XIII, y cuyos cimientos se apoyan sobre la profunda tradición artesanal que tenemos en España.

La Galería Loewe es un espacio organizado en forma de relato listo para ser contado con la profesionalidad que caracteriza a los trabajadores de la casa, a todo aquel que se adentre en sus salas y espacios, sin que por ello sea necesario comprar. Esta genial experiencia empieza en el escaparate, que goza de una privilegiada vista a La Pedrera de Gaudí. Allí, una instalación rinde homenaje al sistema de cuerdas y pesos utilizado por el arquitecto Antoni Gaudí para realizar sus obras. La pieza da la bienvenida a un viaje, que se desarrolla a lo largo de 580 metros cuadrados, y hace escala en los hitos de la firma. Una instalación artística que se combina sabiamente con videoproyecciones, pantallas táctiles, iPads e iluminación de vértigo.

En la planta a pie de calle, el mítico bolso Amazona, con sus múltiples variantes y su proceso de elaboración, componen el primer capítulo de este relato tridimensional. En la planta inferior, se rinde homenaje a la tradición escaparatista desde las innovadoras intervenciones del diseñador José Pérez de Rosas.
Dos panteras con rostro de mujer son los puntos centrales de la reconstrucción de un escaparate realizado en los años 60. El espacio contiguo, alberga las series de pañuelos de seda dedicados a la tauromaquia, las mariposas y los mantones de Manila que finalizan con una montaje espectacular del artista neoyorquino, Daniel Wurtzel.

En la zona superior, una planta está dedicada a la piel y sus diferentes tipos. Un árbol de la vida, realizado artesanalmente en piel de cocodrilo, avestruz, ternera grabada, ante o napa de cordero, es el encargado de explicarlo a través de la vista y el tacto. Junto a esta, otra sala muestra las piezas emblemáticas, traídas del archivo que la firma tiene en Madrid, en las que se visualiza el diseño como valor relevante de la marca. Un 'savoir faire' que ha seducido durante generaciones a los clientes de Loewe.
Las fotografías inéditas que encontramos en la parte superior, inmortalizan a algunos de sus seguidores incondicionales como la bellísima Ava Gardner, los Duques de York. Y es que la estrecha relación que la firma tiene con las artes y la cultura desde sus inicios se respira en cada una de las salas. El trabajo de Rubén Valls, arquitecto de Loewe, y el montaje firmado por el estudio catalán Boolab son, sin duda alguna, dos importantes aciertos de este gran proyecto que se presenta en el Passeig de Gràcia como una de las citas imprescindibles de la ciudad.  Recomiendo a todo el mundo que visite la Galería Loewe porqué es una experiencia inolvidable.