Es la era victoriana, ¡es la Revolución Industrial! Nos vamos del campo a la ciudad. Es el momento de la clase media: burgueses por doquier. Señores banqueros, abogados y empresarios, todos ellos muy serios y de gran poder dinerario. Señoras de su casa muy dignas y elegantes, señoritas distinguidas de castidad bien protegida. Y mientras las calles, en la oscura y fría noche, pobladas de mujeres desvergonzadas, borrachas y desesperadas. Juego, sexo, drogas y alcohol..... esto no es la época del rock and roll. Ahora aparece Jack, con su habilidad de cirujano y su cuchillo en mano.... hay que acabar con la escoria que desluce nuestros barrios.
Mientras tanto, los nuevos ricos se engalanan, ellas posan y nos muestran sus caritas hermosas de muñecas de porcelana. Con sus vestiditos de cintura baja, las manguitas ceñidas o abombadas, faldas largas llenas de volumen, su virtud se pierde entre sus enaguas. ¿Y el estilo imperio? Con sus cinturas altas anudadas bajo el pecho sin marcar la silueta, manguitas de farol y la muselina ondeando al viento..... mujeres etéreas salidas de un cuento.
Y ya sabe usted preciosa dama que, en las fiestas y reuniones de sociedad, no hay mejor reclamo que una cintura de avispa. No olvide ceñirse bien el corset y, cuando se sienta desvanecer, tenga siempre presente que para presumir, hay que sufrir. Si marido quiere conseguir, siga las normas del buen vestir....
Nunca salgan a la calle sin cubrirse con decoro: un buen bonnet de ala ancha y lazada a la barbilla, será su opción más acertada. No se excedan en sus escapadas campestres, para ellas, lleven el de paja siempre. De paseo en la ciudad, exhiban terciopelos, satén y gasas ¡no se queden escasas!
¡Hoy es tarde de amigas! Todas con el hourglass dress, ciñendo bien el busto y la cintura. Por debajo de la falda, un útil polisón que realce nuestras caderas.Parasol en mano y, sin olvidar la bombonera, (¿has visto que bonita con sus cuentas de azabache?), estamos listas para pasear bajo el sol y hacernos confidencias.
¿Y los señores? Todo caballero que se precie, debe vestir frac, en el día y en la noche. No faltarán los subversivos que ya no quieran sino llevar americana. Las camisas de volantes no les interesan, han descubierto que los hombres deben ser el contrapunto de sus ornamentadas compañeras.Eso si, cuello bien subido rozando la barbilla, que se entere todo el mundo quién es el que humilla.
Y como dicen en Galerías Paradise...... Bienvenidos al Paraíso ¿o no?