Gales impondrá un bloqueo de dos semanas a partir del viernes en el que todos, excepto los trabajadores esenciales, deben quedarse en casa para combatir una acelerada segunda ola de COVID-19.
El primer ministro galés, Mark Drakeford, dijo que entendía que la gente estaba cansada de las restricciones al coronavirus, pero que era esencial establecer reglas más estrictas. Esto debido a que las unidades de cuidados intensivos ya “estaban llenas”.
Drakefor dijo en una rueda de prensa que si no se actuaba ahora, segurirá acelerándose. “Todos en Gales deberán quedarse en casa”, agregó.
El cierre comenzará el viernes a las 17:00 y finalizará el 9 de noviembre. Todos, excepto los trabajadores esenciales, tendrán que trabajar desde casa. Todos los negocios minoristas, de ocio, hoteleros y turísticos no esenciales deberán cerrar en Gales, al igual que los lugares de culto. Sin embargo los negocios afectados serán apoyados por un fondo de 300 millones de libras (aproximadamente unos 390 millones de dólares).
El Reino Unido registró 16.982 nuevos casos diarios de COVID-19 en el espacio de 24 horas, según datos del gobierno emitidos el domingo, frente a los 16.717 del día anterior. Gales registró 950 casos, frente a solo 400 a principios de mes.
Los cuatro países del Reino Unido están experimentando un resurgimiento de coronavirus. Para ello los gobiernos delegados y los consejos locales están introduciendo una serie de medidas para tratar de detener el aumento.
Irlanda del Norte inició el viernes un período de cuatro semanas de restricciones más estrictas, mientras que Escocia impuso nuevas reglas para la hospitalidad. Inglaterra ha adoptado un enfoque de tres niveles que ha provocado enfrentamientos entre el gobierno central y el regional.
Boris Johnson, primer ministro inglés, ha rechazado hasta ahora los pedidos para que Inglaterra adopte el mismo enfoque que Gales e Irlanda del Norte e implemente un bloqueo en todo el país.