¿Galgos o podencos?

Los dos conejos

Por entre unas matas, seguido de perros,

no diré corría, volaba un conejo.

De su madriguera salió un compañero y le dijo:

“Tente, amigo, ¿qué es esto?” “¿Qué ha de ser?”, responde;

“sin aliento llego…; dos pícaros galgos me vienen siguiendo”.

“Sí”, replica el otro, “por allí los veo, pero no son galgos”.

“¿Pues qué son?” “Podencos.” “¿Qué? ¿Podencos dices?

Sí, como mi abuelo. Galgos y muy galgos; bien vistos los tengo.”

“Son podencos, vaya, que no entiendes de eso.”

“Son galgos, te digo.” “Digo que podencos.”

En esta disputa llegando los perros,

pillan descuidados a los dos conejos.

Los que por cuestiones de poco momento

dejan lo que importa, Llévense este ejemplo.

Tomás de Iriarte

Por un lado, los que dicen que para paliar la crisis hay que invertir. Hay que crecer. Con qué recursos, no se sabe. Pero hay que hacerlo. Por otro, los que defienden que una nación es como una familia, y que tenemos que ahorrar. Disminuyendo el gasto donde y como sea. Y mientras, los perros de la crisis devorándonos como a los conejos.

Cuando una empresa va mal, la solución está establecida. Primero reducimos gastos. Simultáneamente, nos restructuramos. Y buscamos nuevas fuentes de ingresos. Y a eso se le llama un PLAN DE VIABILIDAD.

No es gastar. No es no gastar. Es que carecemos de un Plan de Viabilidad que le de sentido al ahorro en los costes, y ofrezca una luz de futuro. Pero claro, teniendo en cuanta que el 80% de nuestros líderes no han trabajado – en la empresa privada y la calle, me refiero – nunca ¿cómo van a saber hacerlo?