Nuestros queridos líderes políticos preocupados por llenar su ego o por ondear sus particulares banderas en vez de intentar ver dónde está el peligro global y unirse para una solución colectiva.
Comienza una nueva era caracterizada por lo zafio, lo casposo y lo hortera.
La penuria cultural se impone.
La xenofobia vuelve a estar de moda.
El extremismo y la intolerancia se abren paso a codazos con el beneplácito de las urnas.
Donald Trump ya dio el primer paso. La extrema derecha europea aplaude. Está contenta. Malo.
El mundo se empieza a convertir en algo peligroso y preocupante.
Y en la vieja Europa -no solo en España- algunos andan más centrados en sus intereses particulares que en salvar el espacio común.
Nos pillarán los perros de presa mientras discutimos si son galgos o si son podencos.
Muy interesante al respecto el artículo que hoy publica el amigo Francesc Cornadó en su blog:
http://francesccornado.blogspot.com.es/2017/01/the-future-is-nasty.html