Mis galletas son famosas por lo buenas que están (lo que es, es, para que me voy a andar con rodeos) pero lo cierto es que las decoraciones siempre habían sido muy sencillitas, o incluso sólo mojadas en chocolate. Así que cuando me llego el encargo de hacer 50 galletas de comunión, casi me caigo de la silla preguntándome como lo iba hacer
¡¡50 galletas de muñecas de comunión!! Menos mal que vino a ayudar mi querida amiga Mar de Los utensilios del Chef y entre las dos sacamos adelante ésta locura que no sabía por donde cogerla
Las galletas son de vainilla con fondant y glasa ¿Qué os parece?
La mamá de las gemelas protagonistas cuando las vio le encantó y me dijo que las galletas las iba a entregar como recordatorio del día de la primera comunión de sus niñas.
Fue mucho trabajo, duro y sin saber como terminaría (inclusive con rotura de galletas y tirones histéricos de pelos) pero mereció la pena ver la cara de la mamá. ¡¡Sin duda mereció la pena!!