Revista Cine
*****
Decir que este serie cuenta la historia de Beth Harmon, una niña prodigio del ajedrez, es hacerle un flaco favor porque a priori no puede haber juego menos atractivo para engancharte a una serie televisiva de siete capítulos. En cambio se obra el milagro y resulta una de las mejores recomendaciones que puede hacerse a cualquier público adulto que se siente frente a un televisor en estos momentos. Ambientada de forma exquisita y muy cuidada en los años 60's y 70's, no sólo habla de ajedrez sino de muchas otras cosas y lo hace con la suficiente originalidad y frescura para que cada capítulo sea radicalmente distinto al anterior y te atrape por completo. Gran culpa de ello es de Anya Taylor-Joy, actriz en rotundo estado de gracia que logra transmitir a la perfección los recovecos de un personaje complejo, con una fachada distante e inexcrutable que sólo es la punta de un gran iceberg de sentimientos. En suma, lo que yo calificaría como una serie redonda.
Decir que este serie cuenta la historia de Beth Harmon, una niña prodigio del ajedrez, es hacerle un flaco favor porque a priori no puede haber juego menos atractivo para engancharte a una serie televisiva de siete capítulos. En cambio se obra el milagro y resulta una de las mejores recomendaciones que puede hacerse a cualquier público adulto que se siente frente a un televisor en estos momentos. Ambientada de forma exquisita y muy cuidada en los años 60's y 70's, no sólo habla de ajedrez sino de muchas otras cosas y lo hace con la suficiente originalidad y frescura para que cada capítulo sea radicalmente distinto al anterior y te atrape por completo. Gran culpa de ello es de Anya Taylor-Joy, actriz en rotundo estado de gracia que logra transmitir a la perfección los recovecos de un personaje complejo, con una fachada distante e inexcrutable que sólo es la punta de un gran iceberg de sentimientos. En suma, lo que yo calificaría como una serie redonda.