El concepto de gamificación está habitualmente ligada a estrategias y tácticas de marketing. Sin embargo, este formato de experiencias es una fórmula básica para un pleno desarrollo socioafectivo y del conocimiento de los niños desde sus primeros contactos con la vida.
Tocar, mirar, observar, divertirse con los compañeros en el aula y con otros niños fuera de ella -ya sea en el patio del jardín de infancia o en el parque-, en definititiva aprender jugando, crea en estas mentes en pleno desarrollo la liberación de su creatividad y afrontar situaciones adecuadas a su mundo que les prepara para crecer tanto en el plano físico como en el intelectual-cognitivo.
La gamificación del aprendizaje con tecnologías y actividades que fomenten ese espíritu crítico desde estos primeros estadios de Educación que constituyen las escuelas infantiles parece una línea pedagógica más acorde con la exigencias patentes en esta sociedad del conocimiento.