Gamonal y Ortega Lara

¿Qué pasará ahora que el alcade Lacalle ha promulgado la “paralización” de las obras de Gamonal? El sabor del triunfo fue efímero, escuchando las noticias ayer y leyendo el Twitter de hoy.

Ya no nos fiamos de nuestros políticos, a pesar de que de vez en cuando realicen acciones en las que se note que se ha escuchado al pueblo, aunque tenga que intervenir el más vale tarde que nunca.

Pero esta vez huele más a miedo. Los de Burgos se han atrevido a patear al opresor. Están dispuestos a hacer la guerra si es necesario, aunque siempre por la via de la paz. Quemar contenedores, romper cristales y defenderse a ostias de las ostias de los policías, igual es algo antisistema, pero es que la gente ya está absolutamente en contra del sistema, al menos del político.

Esto no es violencia, es usar la fuerza. ¿Es que no la están utilizando ellos? Ellos tienen fuerza mediática, tienen la policía, tienen el ejército, y todo eso les da el poder de gobernar como mejor les convenga, pero a ellos, no al pueblo que les ha malelegido.

Tengo que decir que no es Montoro el que ve la luz al final del túnel, sino yo, con la noticia de que Lara (sí, el exsecuestrado de ETA), y otros amigos del centro más derechista, y la derecha más centrista, crean un nuevo partido. Es una buena noticia, porque de repente ya tengo alternativa a cualquier cosa que haya, incluso a Izquierda “Hundida”, a los únicos que hubiera votado, más porque no se perdiera mi voto que por darlo a alguien interesante, como cuando hice con UPyD (bueno no, con estos aún tenía esperanza, y me equivoqué igual o peor que los votantes del PP).

Nunca pensé que tendría como alternativa a un partido así, yo que soy de izquierda (por ideas y por hacia dónde me cuelga el pene, que dicen que eso también cuenta), pero no se me ocurre una alternativa más fresca, transparente y honesta, al menos en un principio (que ya veremos en qué se convierten con el tiempo).

Si conociera a alguien de los de arriba del 15M les animaría a que crearan ese partido, pero claro, ellos ya no creen en la democracia. Yo tampoco, pero con los nuevos igual les doy un voto, de confianza, eso sí.