-Ganadores y perdedores- por Lucasx.
Lo malo de la derrota no es esta misma, sino las condiciones que esta te impone, peor aún si ya las sufriste.
¿Que puedo decir? Tengo mala suerte; termino apoyando siempre al perdedor. Es el eterno derrotero de la gente sencilla: creen que todos piensan como ellos. O quizás que la mayoría comparte sus circunstancias.
Lo sé; soy un mal perdedor. No me conformo con menos y eso, en este país, sucede cada vez con más frecuencia.
Es como si ser parte del Sistema fuera la única forma de ser tomado en Valor.
«Uno para todos y todos para uno»; fue en un tiempo la frase de unión y fraternidad de toda una generación.
«Todos para uno y sálvese quien pueda»; es la consigna repetida de una sociedad agotada, sin ideas nuevas ni propuestas rebeldes.
Entonces, es cuando entendemos: este es el mundo que nos toca, con sus maravillas y decadencias. Solo nos queda adaptarnos, descubrir lo mejor de nosotros y ofrecerlo a esa realidad que es, pero podría llegar a ser.
Que tristeza… Pero, al fin y al cabo, termina siendo una lección de humildad. Nada es para siempre. Nadie es imprescindible. No existe buena obra que quede sin castigo. No se hace un mundo de un grano de arena… Solo somos humanos.
Nuestras limitaciones son mérito de toda una vida. ¿Que puedo decir? Somos producto de una Época: no reclamen a mi generación lo que perdimos, sino lo que pudimos llegar a ser. Esa es la clave de la Evolución: damos un paso hacia atrás, quizás otro hacia un lado, pero siempre esforzándonos por avanzar.
Claro; ustedes dirán: este es un mundo muy competitivo; ¿que esperabas?. Entre Justos e Injustos, gana quien toma el camino fácil, desbancando al rival con cualquier atribución y ventaja.
Lo se; es frustrante. Terminamos pisando nuestra propia sombra en una cadena de problemas y retrasos que no parecen tener fin.
Entonces comienzas a apreciar lo obvio: avanzas, progresas y evolucionas solo para conservar lo que ya tenías. La diferencia entre ganadores y perdedores no existe. Solo las victorias más valiosas vienen acompañadas de un sinfín de caídas. El camino es lo que hace la pena llegar a destino.