La madera ha sido uno de los recursos económicos, de mayor importancia en la comarca del Alto Tajo, debido a los enormes bosques que la pueblan. De la actividad procedente de la madera, han surgido varios oficios que dieron ocupación a muchos habitantes de la zona: el resineo, el carboneo y la maderada. Siendo este último el más representativo.
Los gancheros transportaban los árboles, principalmente pinos, a través de los ríos Tajo y Guadiela hasta las fábricas de Aranjuez, Toledo, y Talavera de la Reina. La ganchería perduró hasta avanzados los años 40 del pasado siglo, tras el inicio de la construcción de las presas de Entrepeñas y de Buendía, que dificultaban el paso de la madera, y cuando el transporte por camión comenzó a ser más rentable que por el río. Los gancheros transportaban los troncos sueltos, mientras que los nabateros, ataban los troncos formando almadías.
Las labores en el monte eran variadas, hasta que el árbol llegaba al agua, había pasado por varios procesos:
El apeo, que tiene lugar en los menguantes de luna de diciembre, enero y febrero, momento en que, la savia está sin mover y, retrocede hasta las raíces a causa de la frialdad de la atmósfera; es entonces cuando el árbol está más sano y dispuesto a enjugarse después de cortado.
La corta se efectúa con hacha, aunque posteriormente, se introdujo el corte con sierra.
El descortezado, se hacía en la primavera, para no perjudicar la albura o madera exterior.
Una vez el árbol descortezado y desramado se apilaba en los llamados tinglados, establecidos cerca de los puntos de la saca.
La saca se efectúa cuando las condiciones en el monte lo permiten, aunque generalmente en verano. La primera saca se hacía por arrastre a sangre. Una vez apilada la madera a la salida del monte, el transporte a los embarcaderos se efectuaba en carros y tiros de bueyes o mulas.
El maestro de río dirigía todo el grupo de gancheros que, estaba compuesto por tres compañías, en función a su situación: la delantera, la de en medio y la zaga. Todos los gancheros llevaban, como única herramienta, un bichero. No era un trabajo fácil, ya que para su buena consecución era vital tener pericia y conocimiento del río.
Durante cinco siglos, se empleó este sistema de transporte en el río Tajo, hasta que, la irrupción del transporte por carretera, en el siglo XX, se hizo con el transporte de troncos.
Este sistema de transporte fluvial fue usual en muchos ríos de Europa, antes de la revolución industrial, dado que los cursos de agua permitían transportar, rápidamente y por poco precio, materiales pesados como la madera. Este transporte se dio también en otros ríos españoles como el Turia, el Gállego, o el Segre. En este último el ganchero (raier en catalán) llegó a tener una gran importancia, formando parte de la cultura popular de algunas comarcas Leridanas.
Existen dos museos dedicados a esta actividad, uno es el Museo de los Gancheros en el pueblo de Zaorejas, en el alto Tajo y otro es el Museo Regional de los Gancheros y la Madera de Cañizares en Cuenca.
Para la realización del presente artículo, he utilizado varios folletos relativos a los gancheros. Las imágenes de Pinterest y WikipediA
Por Ramón Martín