Revista Cultura y Ocio
Una columna de humo que se alzaba sobre el reloj desnudo de aquel día me vino a recordar tiempos pasados acaso ya abolidos en mi cuerpo y el mismo mineral que se sentía ganga esbirra arrojada a la caldera podía hervir de nuevo hacerse digno de soportar pendones en batallas o locuras que no tienen remedio y sólo se enmascaran en el humo.