Fue decisiva la votación de los consejeros alineados con el MPN. El concurso del juzgado de Familia de Neuquén se definió por preferencias políticas.
El concurso para juez de Familia de Neuquén se definió por 62 décimas de diferencia. La votación sincronizada del bloque oficialista en el Consejo de la Magistratura inclinó la balanza hacia el candidato Jorge Sepúlveda, cuyas respuestas en la entrevista personal fueron mejor recibidas que las de María Vanina Sobisch, quien quedó segunda.
Con un pie en el ascensor, yendo a sus oficinas, los consejeros Marcelo Inaudi (NCN Pro) y Claudio Domínguez (MPN) dijeron que el concurso "se definió entre los que venían cabeza a cabeza". Sobisch venía primera en puntaje sumadas las etapas de antecedentes y exámenes escrito y oral, y Sepúlveda segundo. Los votos en la entrevista personal dieron vuelta los puestos.
Lo terminaron de definir ustedes con las notas en la entrevista personal. Le pusieron una baja calificación a Sobisch y la sentenciaron -les dijo "Río Negro".
-Claro -respondieron.
-O sea, fue una decisión política.
-Por supuesto. Tenemos que elegir a quien mejor nos parece para ese puesto -dijo Inaudi.
-Sobisch no supo responder algunas cuestiones de procedimiento. No puede asumir como jueza para aprender -agregó Domínguez.
La nota en la entrevista personal es subjetiva, pero debe ser fundamentada. En la sesión de este martes no se difundieron las razones de los puntajes.
Las preguntas a las y los candidatos, como informó este diario, giraron sobre todo respecto de la conducta que adoptarían en caso de un paro docente para garantizar el derecho a la educación de los niños.
Sepúlveda respondió sin dudar: "yo tengo que garantizar la educación. No estoy diciendo que el derecho a huelga es menor, pero, sin violarlo, le ordenaría al ministro y al gobernador que garanticen la apertura de escuelas y establezcan que se inicien las clases. Cómo lo hará el gobernador, es parte de su función". Y respecto de una eventual toma de las escuelas por parte del gremio, dijo que notificaría al titular del sindicato "con medidas conminatorias, en este caso astreintes" (multa por cada día de incumplimiento).
En cambio Sobisch fue más moderada: "lo que hay que hacer es convocar a las partes para que resuelvan. No puedo obligar a los maestros a que no ejerzan su derecho de huelga. Yo quisiera que los niños tomen clases, pero si el Estado no garantiza ese derecho, responderá ante la Comisión Interamericana. Es mucho más amplio que pensar que yo le puedo dar una orden que todos tienen que trabajar, estaría extralimitándome en mis funciones".
Hasta la entrevista personal, Sobisch lideraba el concurso con 40,36 puntos, y Sepúlveda la secundaba con 39,41. La luz entre ambos era de 95 centésimas.
El concurso para cubrir un cargo en el juzgado de Familia 1 de Neuquén capital es el primero que tramita, de principio a fin, el Consejo de la Magistratura con la actual composición que asumió en marzo. Los consejeros dicen que les sirvió para aprender, y quienes observan el accionar del organismo también sacaron conclusiones: es, acaso, la integración más abiertamente política desde que comenzó a elegir magistrados y funcionarios en 2007.
El bloque oficialista lo integran el presidente, Evaldo Moya (representa al Tribunal Superior de Justicia), Inaudi, Domínguez y Sergio Gallia, tres exdiputados alineados con el MPN. Los otros tres integrantes del cuerpo son Gustavo Mazieres (peronismo kirchnerista), Isabel López Osornio y Monserrat Morillo, que representan a dos sectores de los colegios de abogados.
Los cuatro oficialistas le dieron 20 puntos (el máximo posible) a Sepúlveda y entre 17 y 12 a Sobisch como muestra el cuadro. Así sellaron la suerte del concurso.
Tercera quedó Andrea Novoa, actual secretaria del juzgado vacante.
El concurso comenzó con nueve inscriptos, ocho de ellas mujeres. Sepúlveda fue el único varón que compitió por el cargo.