Revista España
Uno de los municipios tinerfeños que uno puede visitar una y otra vez, sin jamás llegar a cansarse, es Garachico. Las razones son obvias: una plaza maravillosa, un paseo marítimo repleto de interesantes restaurantes, un roque, una fortaleza, una montaña a sus espaldas repleta de sitios increíbles y, sobre todo, unas piscinas naturales en las que uno no puede controlar sus ansias de saltar y hacer el indio durante los meses de verano... (pincha aquí para leer el artículo)