Es la segunda vez que veo esta película estremecedora en pocos meses y me doy cuenta de algunos detalles en los que no había reparado: unos instantes antes de que los militares irrumpan en su casa, la muchacha se pone el vestido de una muerta, como si anticipara su cruel destino. Quizá esta sea la mejor realización acerca de los mecanismos de represión de la dictadura argentina. El sufrimiento de una sola persona, de una sola familia, sirve como símbolo y homenaje a las víctimas de unos crímenes que jamás deberían quedar impunes. Aquí el artículo:
http://asociacioncristobalcuevas.blogspot.com.es/2015/01/garage-olimpo.html