Garbiñe Muguruza, reina del All England Club Wimbledon 2017

Cabeza. Cabeza, cabeza y cabeza ¿He dicho cabeza?. Si Garbiñe Muguruza consigue centrar su cabeza en la pista podemos estar ante la gran dominadora del circuito WTA de los próximos años. Y no es para menos. La exhibición que ha hecho en la última semana de Wimbledon ha sido memorable, sobre todo para el tenis español, huérfano históricamente de buenas noticias en el tenis sobre hierba.

Porque Garbiñe ha hecho algo más que ganar, ha demostrado también un absoluto talento en la pista. Sí, es cierto, nadie gana un Grand Slam de casualidad, pero podemos introducir variables que complican o facilitan el asunto: lesiones de rivales, cuadro asequible etc. Pero no. Garbiñe ha tenido que derrotar a Angelique Kerber (nº 1 del mundo), Svetlana Kuznetsova (Veterana del circuito con mucha calidad) y Venus Williams (Qué decir al respecto…) para obtener el título. No era fácil, Y todo ello además cediendo un sólo set en todo el torneo y sólo siete puntos entre semifinales y final. Igual que en Roland Garros el año pasado, la cara de Garbiñe Muguruza presagiaba otro torbellino de juego de esos que tanto le gustan. Y cuando se encuentra así de segura es la mejor jugadora de todo el circuito, con un juego muy dominante en todas las facetas. Pero para ello debe llegar plena de confianza. No en vano, es muy sorprendente que Garbiñe sólo tenga cuatro torneos WTA en su haber y que la mitad sean torneos de Grand Slam y que sólo haya ganado dos torneos entre 2016 y 2017 y que ambos sean Roland Garros y Wimbledon.

Garbiñe es una tenista que no lidia bien con la idea de ser favorita (con lo que ello implica en la necesidad de resultados inmediatos). Necesita ir a su ritmo, a su manera. Y cuando se siente cómoda, es imparable. Sirva de ejemplo que nadie había ganado nunca a las dos hermanas Williams en finales de Grand Slam.

Y ojo que es joven, 23 años. Tiene mucho tiempo para definirse así misma y hacer carrera, y a poco que mejore, puede ser la mejor tenista española de todos los tiempos. Margen tiene desde luego. De momento a disfrutar. Wimbledon este año habla español. ¡Enhorabuena Garbiñe!

DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ

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