gargantua es un agujero negro super masivo que hace su aparición en la película interstellar muy buena se los recomiendo, es una obra de arte de la ciencia ficción. Una obra de arte un tanto confusa y desigual, pero obra de arte al fin y al cabo. Pero, por encima de todo, es un viaje a través del espacio-tiempo -literalmente- y una onda a la exploración espacial.
La física de Interstellar
Este es el punto fuerte de la película. Y es que nada más y nada menos que Kip Thorne, el ‘maestro jedi’ de la relatividad general, ha asesorado a Nolan. Para aquellos que no lo conozcan, Thorne es el padre de los agujeros de gusano, así que no es de extrañar que estos pasadizos espacio-temporales sean los protagonistas de Interstellar. Claro que nadie sabe cómo es realmente un agujero de gusano -suponiendo que pudiesen existir- y por tanto será difícil que alguien le eche en cara a Nolan el aspecto del mismo usado en el film. Pero la parte realmente espectacular es sin duda el agujero negro Gargantúa y su disco de acreción. Es la primera vez que podemos ver en una película los efectos de la distorsión del espacio-tiempo causados por un agujero negro en el aspecto del disco de acreción. A más de uno le explotaría la cabeza si supiera lo complejo que es simular esta distorsión con los ordenadores disponibles actualmente (huelga decir que la película no usa una simulación numérica real de las distorsiones espacio-temporales, sino un modelo simplificado).
Héctor Vives ha analizado en detalle la física del disco de acreción de Gargantúa, así que te remito a su blog para que veas hasta qué punto este fenómeno aparece reflejado fielmente en la película. Del mismo modo, la dilatación temporal debida a la relatividad general de Einstein se trata correctamente y de hecho se convierte en uno de los protagonistas del guión. No es nada habitual ver una producción de Hollywood con pizarras llenas de ecuaciones de relatividad general en la que los físicos teóricos son los héroes en vez de aparecer como tontos útiles o supervillanos, un cambio más que bienvenido.
Una vez visto lo bueno, toca hablar de lo malo. Un disco de acreción como el que aparece en la película emite profusamente en rayos X y rayos gamma, pero este hecho parece no afectar a los planetas del sistema, cuando en realidad deberían ser estériles. Cabe la posibilidad de que el disco emita muy poca radiación (un agujero negro adormecido). No obstante, los planetas parecen estar bañados por una luz de tipo solar, ¿viene del disco de acreción o de otra estrella de la secuencia principal que no podemos ver? Si es el primer caso, ¿entonces por qué esta radiación no fríe a los astronautas y sus naves cuando se acercan?
Además, ¿de dónde vienen estos mundos? Gargantúa no es un agujero negro estelar, así que no se formó mediante una explosión de supernova. Quizás los planetas se formasen a partir del disco de acreción primigenio. O eso o en realidad todo el sistema es una obra de ingeniería gravitatoria de los ‘seres de la quinta dimensión’ que han colocado el agujero de gusano en Saturno, es decir, nuestros descendientes. Esto explicaría el tamaño del agujero negro. Un astronauta no puede atravesar el horizonte de sucesos de un agujero negro de masa estelar sin resultar despedazado por las fuerzas de marea, pero se nos dice que Gargantúa es una ‘singularidad moderada’, es decir, un agujero de mayor tamaño que, por lo tanto, posee unas fuerzas de marea tolerables en el horizonte de sucesos. Gargantúa se trata además de un agujero negro en rotación -o de Kerr-, como la inmensa mayoría de agujeros negros que deben existir, tanto estelares como no. Pero lo importante es que el espacio-tiempo alrededor de un agujero negro de Kerr es mucho más complejo de modelar y estudiar que uno estático (o de Schwarzschild).
De todas formas, atravesar el horizonte no tendría nada de especial para un astronauta. Dejando a un lado las distorsiones espacio-temporales, nuestro astronauta sería capaz de ver el exterior del agujero sin problemas (lo contrario es obviamente imposible), pero en la película el paso a través del horizonte nos lleva a una región totalmente oscura. A cambio, ¡podemos contemplar la singularidad! El sueño de todo físico hecho realidad (al menos en el cine). Lo único malo es que parece ser una singularidad puntual, cuando en realidad debería ser un anillo puesto que se trata de un agujero negro de Kerr. Tampoco queda claro la relación de Gargantúa con el agujero de gusano. Por lo que parece, la entrada al sistema no pasa por este agujero negro, pero por lo que vemos al final del film sí que existe una relación que no queda nada clara.
Un agujero negro en rotación implica ecuaciones más complejas. Al final, las cifras de Thorne arrojaron una masa de cien millones de veces la del sol y un radio ecuatorial para el horizonte de sucesos muy similar al radio de la órbita terrestre actual (una curiosa coincidencia). Un agujero negro tan masivo garantiza que, incluso acercándonos mucho al horizonte de sucesos, las fuerzas de marea serán lo bastante pequeñas como para que el planeta de Miller no sea hecho pedazos. No lo intenten con su agujero negro local.
Incluso así, Thorne hizo trampas. Sus cálculos daban como resultado una masa de doscientos millones de veces la del sol, pero luego hizo sus propios recortes y los dejó en cien. Su explicación fue que “quería mantener sencillos los números.” Es decir, mejor dejarlo en cien, que queda un número más redondo. Está bien, señor Thorne, total ¿qué importan cien o doscientos entre amigos?
En cualquier caso, centenares de millones de masas solares son una jartá de masas solares. El agujero negro supermasivo de nuestra propia galaxia apenas supera los 4 millones de masas solares. Existen evidencias de agujeros negros con masas superiores a los mil millones de masas solares, así que en teoría es factible.
bueno es muy factible si no han visto la pelicula seria bueno le echen un ojo si son amantes de la fisica y el espacio..
me despido hasta otro articulo amigos