José Garrido, de la Escuela de Badajoz, protagonizó lo más destacado de la tarde (Foto: archivo)
Plaza de Toros de La Malagueta – Martes 7 de Agosto 2012
VII Certamen Internacional de Escuelas Taurinas
Tres cuartos de entrada. Se lidiaron 6 erales de Fuente Rey (Bohórquez) desigualmente presentados.
ALEJANDRO DE BENITO (E.T. Cataluña): estocada contraria atravesada (1 oreja)
ABEL ROBLES (E.T. Cataluña) Sustituye a Antonio Tobarruela: pinchazo bajo, un descabello, aviso. (Dos vueltas al ruedo tras petición)
SERGIO PÁEZ (E.T. Ronda): estocada buena (Saludos desde el tercio)
FRANCISCO MORALES (E.T. Málaga): tres pinchazos saliéndose, bajonazo (Saludos tras aviso)
JOSÉ GARRIDO (E.T. Badajoz): estocada contraria (2 orejas tras aviso)
CRISTHIAN PONCE (E.T. Salamanca): bajonazo haciendo guardia, cinco descabellos (Silencio tras aviso)
El alumno José Garrido fue atendido en la enfermería tras ser volteado al entrar a matar. El parte médico es el siguiente: “Herida en la unión del tercio medio y superior de la cara interna del muslo derecho que interesa a piel y tejido celular subcutáneo de 5cm. Con trayectoria hacia arriba y hacia dentro”
GARRIDO FIRMA LO MÁS DESTACADO (Crónica 2ª semifinal Certamen Internacional de Escuelas Taurinas “La Malagueta”)
Por José Daniel Rojo
El alumno de la escuela taurina de Badajoz, José Garrido cortó dos orejas y cambió la puerta grande por la de la enfermería tras ser prendido al entrar a matar al quinto novillo de la tarde, al que le instrumentó una faena a medias tintas que vino a ser lo más destacado de una tarde anodina.
Garrido recibió a su oponente con dos afarolados de rodillas para luego lancearlo a la verónica aceptablemente y con temple. Ha sido de lo poco que hemos visto con el capote en lo que llevamos de certamen, pues esta suerte parece estar en peligro de extinción. Luego en la muleta construyó una faena intermitente. Comenzó a media altura, continuó bajando la mano con dos tandas muy buenas al natural pero al final todo se fue al traste con unas bernardinas que fueron imposibles. Tiene buenas maneras el de Badajoz que viene tras ser declarado triunfador del Certamen de Canal Sur junto a Lama de Góngora y estrenando apoderamiento por parte de “El Tato” y Antonio Ferrera. Apetece seguir viéndolo…casi seguro en la final del jueves.
El resto de festejo fue, sinceramente, insulso. Faltó prácticamente de todo…bravura en los novillos, que sin ser buenos se dejaron, y ambición por parte de quienes sueñan con ser toreros. Siempre he mantenido qué querer ser torero en estos tiempos es un auténtico logro y merece todo el respeto. Existiendo otros placeres mundanos, una estabilidad económica, o eso parece, y la posibilidad de hasta ejercer de “generación ni-ni” (ni estudia ni trabaja), el simple hecho de que un chaval diga “quiero ser torero” ya tiene mérito. Pero claro, se corre el riesgo también de que decidan ser todo a la vez, hasta toreros, y es entonces cuando se va todo al carajo. (A la mierda, que diría Fernán Gómez). Hoy en día no se es torero por necesidad, por hambre, y eso se evidencia en la propia actitud de quienes hacen el paseíllo soñando con llegar a lo más alto. Pero tampoco se es torero por orgullo propio. Los aprendices salen en plan figuras y ahí acaba el cuento.
La Escuela Taurina de la Diputación de Málaga tuvo el bonito detalle de invitar a participar a la Escuela de Cataluña, un guiño malagueño a una tierra que ha visto coartada su libertad. Alejandro de Benito tuvo la virtud de ligar los muletazos y los defectos de no transmitir y que le enganchara en numerosas ocasiones la franela. Una oreja, para la que no hubo petición mayoritaria, y concedida por José Luis Viera, marcó el devenir de la tarde.
El otro catalán, Abel Robles, que entró sustituyendo al lesionado Antonio Tobarruela, instrumentó una faena que apenas transmitió porque no hubo profundidad en los muletazos. Además se le ve con la figura demasiado forzada. Como buen alumno de escuela remató con unas, ya muy trilladas, manoletinas que animaron al respetable. Como el presidente puso el listón tan bajo se llevó una bronca por no conceder la oreja al joven Robles que dio dos vueltas al ruedo para satisfacción de la “maza”, que diría Puche.
Mal, sin paliativos, el rondeño Sergio Páez ante un novillo que mostró un punto de genio pero que se corregía si no le tocaba los engaños. Mal de colocación, abusando de pico muleteril y muy pesado. Fue desarmado en numerosas ocasiones, muchas, y aquello no prendía por ninguna parte. Eso sí, unas manoletinas para terminar, no se nos vaya a enfadar el Maestro. Lo mejor de su actuación, la estocada en todo lo alto.
El representante de Málaga Francisco Morales pechó con el eral más chico de lo que llevamos de certamen (Puche los traía más gorditos) y anduvo con muchas precauciones. Brindó a Óscar Plaza y Fernando Cámara y se enfrentó a un animal con una embestida muy rebrincada y que casi siempre salía con la cara por encima del estaquillador. No estuvo firme el novillero de Carratraca y por estar mal colocado se llevó una voltereta de la que se repuso rápidamente. A partir de entonces comenzó a calentar al público con pases por alto y desplantes. Mató mal y todo quedó en saludos desde el tercio.
El salmantino Cristhian Ponce se enfrentó a un eral que manseó y que se quiso rajar en todo momento. El chaval estuvo vulgar y lo que hizo en el ruedo no trascendió a los tendidos.