Garzón, el triunfo de la españa fascista

No puedo callarme por más que lo intente, por más que me diga a mi mismo que la rabia y la impotencia me van a hacer decir cosas de las que luego me arrepienta. No puedo porque ayer la débil y falsa democracia que gobierna este país quedó herida de muerte. Ayer en España se cometió un asesinato impune y largamente orquestado, se asesinó vilmente a la justicia, a la libertad, a la dignidad.
Ayer en España, el juez Garzón quedó condenado e inhabilitado de por vida por querer esclarecer uno de los mayores  y más inmundos casos de corrupción de la historia de este país, aprovechando así que tampoco pudiera investigar los viles asesinatos que los antecesores de los que ahora nos gobiernan—los mismos perros con distinto collar—cometieron antes, durante y después de la guerra civil, disparando en la cabeza a mujeres, ancianos y niños y tirándolos en cualquier cuneta por delitos como saber leer o no asistir a misa.
Lo peor es que quienes han llevado a juicio a Baltasar Garzón son los mismos cerdos que mataron impunemente a los abogados de Atocha, un grupúsculo de ultraderecha que se hace llamar  sindicato "Manos limpias" y al que por lo visto no afectan las mismas leyes que al resto de asociaciones políticas de este país.
Pero no han sido sólo ellos quienes han orquestado toda esta campaña para librarse del único juez que no se dejaba presionar por los poderes fácticos públicos y ocultos que manejan los verdaderos hilos; Tanto el Partido Popular, con demasiados cadáveres en el armario y tufos a corrupción por toda la geografía, como la inmensa cantidad de medios de comunicación de ultraderecha, como una buena cantidad de empresarios afines  y apellidos ilustres que veían peligrar sus chiringuitos, otros grupúsculos de extrema derecha y el beneplácito del PSOE que, como poco, ha mirado para otro lado teniéndosela jurada a Garzón desde el caso GAL, han conseguido que en un supuesto estado democrático se juzgue a un juez por intentar esclarecer la verdad.
Mientras tanto el señor Camps queda absuelto a pesar de las más que evidentes pruebas de ser el máximo responsable del mismo caso de corrupción que investigaba Garzón, en una pirueta que deja a la justicia de este país desprovista de cualquier disfraz de imparcialidad que se quiera poner.
Mientras tanto, otros jueces continúan ejerciendo sentencias de forma arbitraria y caciquil sin que nadie les tosa, asesinos de niñas quedan libres o con condenas irrisorias, maltratadores de mujeres campan a sus anchas hasta que consiguen matar a sus víctimas e incluso cobran pensiones de viudedad, políticos, banqueros y empresarios conchabados se enriquecen a nuestra costa impunemente, todos los días en la televisión se hace apología del Franquismo y personas humildes pierden sus casas debiendo todavía una deuda que seguramente no serán capaces de pagar en toda su vida.
Ayer, con la condena del Juez Baltasar Garzón, triunfó la España fascista, aquella que continúa ejerciendo el poder agazapada o disfrazada de demócrata, aquellos que tienen derecho a todo, a matar, a robar, a reírse de sus víctimas, a engañar, vilipendiar y a librarse de quienes les intentan parar los pies.
Ayer, una vez más, el dolor, la rabia y la impotencia me sesgaron el alma obligándome a avergonzarme de ser español.