En general, todas las marcas vienen cargadas de un cóctel de edulcorantes artificiales. La Casera, Hacendado, Freeway (Lidl)... contienen E-952 (ciclamato) y E-954 (sacarina), mientras que algunas marcas como Carrefour o Supermercados Día añaden, además, E-951 (aspartamo). Veamos:
- E-952. Ciclamato. Edulcorante descubierto en 1937 en la universidad de Illinois (Estados Unidos). En 1950 se autorizó su uso como aditivo alimentario, pero estudios posteriores realizados con ratas encontraron evidencias de que podía aumentar el riesgo de padecer cáncer. Por este motivo fue prohibido en 1969. Nuevas investigaciones aseguran que el mecanismo por el que provocan la aparición del cáncer en las ratas no es trasladable al ser humano. Es decir, que es seguro para las personas. Avalado por organismos internacionales como la FAO y la OMS, muchos países levantaron la prohibición al ciclamato, menos en Estados Unidos, México y algún que otro sitio más, donde sigue sin permitir la utilización del E-952.
Por eso la Coca Cola Zero y la Light tienen distinta composición en Europa y en Estados Unidos, México o Venezuela, ya que allí está prohibido el ciclamato.
¿A quién le hacemos caso? El principio de precaución me hace inclinarme siempre por la postura más restrictiva. O sea: cuanto menos lo consumamos, mejor.
Su IDA es de 7 mg./kg. de peso corporal.
- E-954. Sacarina. Sintetizado en 1878 y autorizado hace más de un siglo como edulcorante, la sacarina tiene una historia parecida al ciclamato. También se encontraron evidencias de que producía cáncer en ratas, por lo que fue prohibido y posteriormente autorizado porque nuevos estudios determinaron que esos riesgos no se podían presentar en el consumo humano. Estados Unidos hasta hace poco obligaba a incluir en el etiquetado un aviso de que la sacarina produce cáncer en animales de laboratorio, aunque ahora ya ha levantado esta obligación. Sin embargo, en Canadá continúa prohibido el uso de la sacarina.
Su IDA es de 5 mg./kg. de peso corporal.
- E-951. Aspartamo. No voy a entrar en detalles acerca de este edulcorante. Ciertamente, su uso está autorizado en todas partes, pero no es menos cierto que su primera autorización estuvo relacionada con la corrupción política, los favores y las presiones económicas. Además, no son pocos los estudios con ratas que han demostrado su relación con el cáncer y enfermedades neurológicas, aunque también hay muchos que no encuentran riesgo alguno en su consumo. Lo malo es que algunos investigadores han puesto en evidencia cómo la mayoría de estos estudios tan positivos han sido financiados por la industria que se beneficia por el consumo de aspartamo, mientras que todos los estudios independientes han obtenido resultados preocupantes sobre este edulcorante. Todo esto ya lo he comentado ampliamente en entradas anteriores que, si no las habéis leído, os recomiendo que le echéis un vistazo.