Si tenemos que organizar un almuerzo de etiqueta o una cena de gala lo primero de lo que nos preocuparemos es saber qué elementos de mantelería y menaje utilizaremos. Si decoraremos con flores o con velas (si es una cena). La correcta distribución de los cubiertos, vasos y copas… Pero es evidente que si queremos sorprender a nuestros invitados, uno de los puntos fuertes del éxito estará en la elección del menú.
Es evidentemente que existen muchos platos, dentro del mucho gastronómico, para sorprender. Pero algunos de ellos ya sorprenden solo por el nombre que llevan, y que seguro nos ayudarán a realzar el interés por la minuta del menú.
Poner nombre a un plato
Poner nombre a un plato es todo un trabajo. Dicen los gastrónomos que para darles nombres es recomendable usar como máximo los nombres de tres de sus ingredientes. Un ejemplo puede ser el de «Solomillo a la plancha sobre base de patatas y salsa de vino». Con ello ya tenemos suficiente información sobre lo que nos comer.
No obstante, a lo largo de la historia, en lugar de usar los nombres de los ingredientes se ha optado por elegir el de su creador, el del lugar en donde se ha elaborado por primera vez o, muy especialmente, el de la persona para la cual ha sido creado. Evidentemente en este último grupo encontramos, actrices, bailarinas y como no miembros de la realeza.
Alimentos con nombre propio
Hoy no vamos a diseñar platos, ni a elaborar menús. Hoy iniciamos una serie de posts gastronómicos sobre platos o alimentos y los correspondientes personajes que los inspiraron o para los cuales se hicieron. Platos que no solo son atractivos para la vista y el paladar, sino también debido al nombre que los identifica.
Existen centenares de platos que llevan nombre propio, por lo que es prácticamente imposible recogerlos todos. Pero vamos a hacer una recopilación de los más populares, los más curiosos, los más y los menos conocidos y, por supuesto, los más vistosos. Incluso algunos han llegado a ser más famosos que las personas que les dieron nombre.
Para empezar hemos elegido cuatro ejemplos, todos ellos con nombre de mujer. Concretamente los de tres reinas y una princesa.
La Galleta María
La popular Marie Biscuit (en inglés) lleva el nombre de la Gran Duquesa María Aleksándrovna de Rusia, esposa del príncipe Alfredo I de Sajonia-Coburgo-Gotha, duque de Edimburgo y cuarto hijo de la Reina Victoria del Reino Unido.
La creó la empresa británica Peek Freans en 1874 con motivo del matrimonio de los príncipes, y se inspiraron en la Rich Tea Biscuit, que ya existía anteriormente. Y la presentaron como regalo de bienvenida de los recién casados, cuando llegaron a Londres en marzo de ese año, dos meses después de contraer matrimonio en el Palacio de Invierno de San Petersburgo.
Mucho más ligera que la rich tea, la nueva galleta Maria se diseñó con forma redonda y se le gravó el nombre en la superficie, junto a otros detalles decorativos, características que ha mantenido hasta la actualidad. Mientras que en el Reino Unido (y países de su influencia) se siguió prefiriendo la tradicional rich tea, la popularidad de la Galleta María se extendió por el resto del mundo.
Gran Duquesa María Aleksándrovna
Respecto a la Gran Duquesa María Aleksándrovna, en quien se inspiraron sus creadores, era hija del zar Alejandro II de Rusia y pertenecía a la casa imperial de Holstein-Gottorp-Románov.
Por nacimiento le correspondió el título de Gran Duquesa y el tratamiento de Alteza Imperial, y por matrimonio el de duquesa de Edimburgo y Alteza Real, tratamiento que modificaría por el de Alteza Real e Imperial, tras algunas diferencias con la propia reina Victoria, y finalmente por el de Alteza Imperial y Real.
Entre sus descendientes está María de Sajonia-Coburgo-Gotha, la última reina consorte de Rumanía, y Beatriz de Sajonia-Coburgo-Gotha, Infanta de España y duquesa de Galliera por matrimonio.
Para saber más: María Aleksándrovna de Rusia, Duquesa de Edimburgo y de Sajonia-Coburgo-Gotha (Fuente: Hola).
La Pizza Margarita
A pesar de que la pizza es uno de los platos de la gastronomía italiana más sencillo y básico, entre todas sus variedades hay una que lleva nombre de reina. Como ya todos debéis suponer se trata de la pizza Margherita, que está dedicada a la reina Margarita Teresa de Saboya, consorte del rey Humberto I, segundo monarca de la Italia unificada.
La pizza Margherita es junto a la pizza marinera (no confundir con la frutti di mare) una de las dos especialidades más típicas de las que se preparan en Nápoles. Sazonada con una salsa hecha con tomate, mozzarella “fior di latte”, albahaca fresca, sal y aceite de oliva, ¿a quién no le recuerda la bandera italiana?
Respecto al motivo del porqué de ese nombre existen diferentes conjeturas. Lo que sí que está claro es que fue el pizzero Raffaele Esposito –de la pizzería Brandi– quien lo ideó. Con motivo de una visita real (no se concreta si de los monarcas al restaurante o de Esposito a Palacio) en junio de 1889, el cocinero recibió el encargo de preparar una pizza para los monarcas. Se dice que cocinó tres variedades y que la reina eligió la que llevaba tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde) porque le recordaba los colores de la bandera italiana. De ahí que Esposito honrase a la reina poniéndole su nombre a la pizza, que ha conservado hasta la actualidad.
La reina Margarita Teresa de Saboya
Y ¿quién fue la reina Margherita Maria Teresa Giovanna di Savoia? Fue la esposa de Humberto I y reina consorte de Italia entre 1878 y 1900. Hija de príncipes, desde su nacimiento llevó el título de princesa y tuvo tratamiento de Alteza Real.
Tras su matrimonio, y ya convertida en princesa heredera, asumió el papel de primera dama de Italia dado que tras enviudar de su primera esposa, el rey –su suegro- se había vuelto a casar morganáticamente con Rosa Teresa Vercellana Guerrieri, nombrada por el rey condesa de Mirafiori y Fontanafredda, por lo que no pudo llegar a reina.
Gran defensora del papel que podría jugar la monarquía como nexo de unión en el proceso de unión italiano, desempeñó con gran destreza su función representativa y viajó por toda la península italiana para conseguir la complicidad de los italianos con la casa real. Una de sus estrategias fue mostrar un total interés por las costumbres y las tradiciones de cada lugar, llegando a vestir el traje típico de cada localidad durante las visitas. Una vez finalizada la unificación total de Italia y declarada Roma como capital, la todavía princesa se trasladó a vivir allí e hizo que la Corte Real se convirtiese en el centro de la vida de la alta sociedad y la aristocracia romana.
Sus esfuerzos por conseguir popularidad dieron sus frutos y llegó incluso a eclipsar a su propio marido. De ahí que el nombre de Margarita se le diese no solo a la pizza sino a muchos otros lugares. Uno de los más curiosos es Punta Margherita (Pointe Marguerite), una cima situada en la parte septentrional del macizo del Mont Blanc, entre Italia y Francia.
Su marido era hermano de Amadeo I de España.
Los caramelos Wihelmina Pepermunt
Si vas de viaje a los Países Bajos es muy normal que cuando pagues la cuenta de un restaurante te devuelvan el cambio junto a unos caramelos redondos, blancos y mentolados, de un considerable tamaño. Son los Wilhelmina Pepermunt (menta en holandés), dedicados a la reina Guillermina de los Países Bajos y que llevan impresa su efigie en una de las caras, como si se tratase de una moneda.
Los elaboró la empresa neerlandesa Fortuin en Dokkum en 1892, para conmemorar el 50º aniversario de la fundación de la compañía y tras conseguir el beneplácito de la reina Emma, quien gobernó como regente durante la minoría de edad de su hija, que había ascendido al trono dos años antes, a la edad de 10 años.
La empresa nació en la ciudad de Lemmer NL en 1842, como una pequeña tienda de dulces locales creada por Willem Hendrik Fortuin. En poco tiempo se trasladó a la ciudad de Dokkum NL, donde la compañía continua teniendo su sede central en la actualidad.
Especializada en la producción de confitería de primera calidad, uno de sus productos estrella son las pastillas de menta Wilhelmina Pepermunt, basadas en los tradicionales caramelos de menta británicos (mints), usados como refrescante bucal y digestivo para después de las comidas.
La empresa forma parte de la lista de proveedores oficiales de la Casa Real Holandesa.
Wilhelmina Helena Pauline Maria van Oranje-Nassau
Wilhelmina Helena Pauline Maria van Oranje-Nassau tiene el honor de haber sido la reina más longeva de los Países Bajos y uno de los referentes de la resistencia holandesa contra la invasión nazi en la II Guerra Mundial, dirigiendo el gobierno en el exilio. Churchill la describió como “el único hombre de verdad en los gobiernos exiliados en Londres” (the only real man among the governments-in-exile in London).
Tras un reinado de 58 años y 50 días abdicó en su hija Juliana y volvió a recuperar el título de princesa y el tratamiento de Alteza Real, tal y como harían posteriormente su hija y su nieta Beatrix. Como ya explicamos en un post anterior, en contra del propio protocolo, en su funeral se usó el color blanco en lugar del negro, tal y como había indicado antes de fallecer.
El Bloody Mary
Uno de los imprescindibles de un Bruch dominical lleva el nombre de la sanguinaria Maria Tudor (Bloody Mary), apodo que los protestantes ingleses le pusieron a la reina Maria I de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón. De profunda fe católica, ordenó abolir las reformas religiosas realizadas por su padre, y durante el proceso se llevó a cabo una cruel persecución contra los seguidores de la fe protestante, a través de las Persecuciones Marianas.
El origen del cóctel es incierto, pero el barman francés Fernand Petiot fue quien siempre reclamó su derecho de autor.
Ideado inicialmente en el Harry’s New York Bar de París durante la década de los 20, se trató de una mezcla de zumo de tomate y vodka a partes iguales. Años más tarde, Petiot emigró a los EEUU y empezó a trabajar en el King Cole Bar del St. Regis Hotel de Manhattan, donde se supone perfeccionó el combinado añadiéndole pimienta, limón, tabasco y salsa inglesa, creando el combinado que hoy en día conocemos.
En 1930 parece ser que se intentó cambiar el nombre por el de Red Snapper, pero no tuvo ningún éxito.
¿Cuándo es adecuado tomar un Bloody Mary?
Dicen que es el combinado ideal para tomar durante una resaca matinal, de ahí que se le conozca como “el cóctel del día después”. El alcohol mitiga los efectos del propio alcohol, pero alarga la resaca. Por lo que mejor dejarlo para momentos en que se pueda disfrutar en toda su plenitud. Un momento ideal es como bebida de un brunch dominical, o como aperitivo antes de comer o de cenar.
Seguiremos con más…
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