El último post de mi visita a Seúl está dedicado a la gastronomía coreana. Es una de las cocinas más exóticas que he probado en Asia, así que merece un capítulo aparte en el blog. Describiría la cocina coreana como algo picante y muy especiada, con un sabor potente. Una cocina que por lo general no deja indiferente.
Soy de los que piensa que no se llega a conocer un destino sino se degusta la comida local, así que si viajáis a Corea os animo a probar todas las especialidades que podáis. A continuación os doy algunas pistas de lo que podéis encontrar en el menú.
Es curioso que antes de viajar a Corea no había probado ninguno de sus platos típicos, y eso que en Japón es fácil encontrar restaurantes con algunas especialidades coreanas. Así pues, la primera vez que probé la comida coreana fue cuando hice escala una noche en Seúl en viaje de vuelta a España por vacaciones.
En aquella ocasión mis amigos me llevaron de cena y pedimos unas chuletas de cerdo a la plancha y un revuelto de carne que encontré delicioso pero también muy picante. El revuelto picaba lo suyo porque llevaba kimchi, un plato básico de la cocina coreana. Se trata de col china fermentada que desprende un fuerte olor fuerte muy característico, y tiene un sabor salado y picante. Nada más sentarse a la mesa en Corea, se tarda poco en aprender que el kimchi es un alimento indispensable para los coreanos, se suele consumir bien fresco o mezclado con guisos, arroces y sopas. Es necesario por tanto acostumbrarse desde el principio a su sabor porque se utiliza en infinidad de platos, aunque no en todos.
En mi segundo viaje a Seúl, de nuevo me dejé llevar por las recomendaciones de mis anfitriones en Corea, Manolo y Jairo. La primera noche me llevaron a cenar bossam.
Bossam es un plato preparado con cerdo cocido al vapor que se envuelve en una hoja de verdura y se condimenta con una pasta roja llamada ssamjang además de ponerle ajo, cebolla y kimchi. En la foto de abajo podéis ver los platillos con los complementos aparte. En Corea es costumbre servir en la mesa multitud de platillos con salsas e ingredientes para acompañar el plato principal.
Al día siguiente estuve dando una vuelta con Manolo por el centro y me llevó a cenar a un restaurante de bibimbap.
Bibimbap es uno de los platos populares de Corea que ha conseguido traspasar sus fronteras, no me extraña porque está riquísimo. Consiste en un cuenco de arroz templado con vegetales y tiras de carne, normalmente ternera.
La gracia del plato es que bibimbap significa literalmente "comida mezclada", así que antes de empezar a comer hay que mezclar todos los ingredientes en un mismo cuenco y removerlo con una cuchara. Si sois aficionados a la cocina japonesa ahí va una de las diferencias. Mientras en Japón utilizan para comer palillos de madera cuadrados, preferiblemente de usar y tirar, en Corea utilizan cucharas y palillos de metal redondeados, que luego se lavan y se reutilizan. Curioso, ¿verdad?
Al día siguiente Manolo y yo acudimos a una quedada improvisada de blogueros y disfrutamos de bulgogi en compañía de Felipe de Eurowon y Álvaro, conocido como Algogoku. Bulgogi es un plato de ternera en tiras marinada con salsa de soja, azúcar, aceite de sésamo y ajo. Normalmente se fríe con pimientos verdes, cebolla en rodajas y dientes de ajo. Su nombre, que podría traducirse como "carne de fuego", se debe a su forma de cocinar, sobre el fuego a la parrilla o a la sartén. Fue una cena bastante agradable aquella, recuerdo.
Una de las cosas que me llamaron la atención de Seúl paseando por las calles de noche fueron los carteles de las tabernas, me recordaban mucho a los izakayas japoneses. Curiosamente, en algunos restaurantes coreanos también es costumbre sentarse en el suelo, aunque en este caso no suele ser de tatami y está calefactado por debajo gracias al ingenioso ondol.
Al igual que en Japón, en las tabernas coreanas se sirven sin parar tanto comidas como bebidas. El último día para despedirnos dimos cuenta de una buena barbacoa coreana de cerdo y de ternera. Brindamos con cerveza local Cass y el popular Soju, una bebida destilada hecha de arroz que se bebe en chupitos y que pega bastante fuerte.
Por último, añadir que en Corea, como en cualquier país asiático, podemos encontrar puestos callejeros con pinchos y tapas típicas, incluso durante el invierno. Si os fijáis en la esquina del puestecillo podéis ver una botella de color verde con un líquido blanquecino lechoso. Se trata de makkoli, una bebida alcohólica tradicional de Corea hecha a partir de una mezcla de trigo y arroz; se conoce también como vino de arroz coreano. En Japón también ha llegado a hacerse popular.
Espero que hayais disfrutado de este breve recorrido por los platos típicos de la gastronomía coreana. Habéis visto que cuanto menos es curiosa, así que os animo a probar las diferentes especialidades hasta encontrar vuestra favorita. Por mi parte, me quedo con el bibimbap. Espero volver muy pronto para probarlo otra vez.
Gracias a Manolo y a Jairo por ser tan buenos anfitriones gastronómicos.
publicado el 21 junio a las 16:32
Increible este post, explica totalmente lo que viví en Seul me encanto y me volví loca cuando volví a Barcelona y casi no había restaurantes coreanos!!! Ahora hay 5 o 6 asique parece que la gastronomía coreana va arrancando...ya era hora creo que nos hemos centrado demasiado en la comida japonesa y demas...y mientras el resto del mundo disfruta y experimenta los beneficios de la gastronomía coreana, nosotros seguimos perfiendonoslo!!Hay que cambiar esto!!! Para los que vivan en Barcelona, por experiencia personal os recomiendo este restaurante....http://www.han-na.com/contacto-restaurante-coreano-barcelona