Me dirijo a ti, para que me ayudes en la búsqueda de una nueva vida para Gottfrid, un guapísimo gato atigrado.
El pobre animal lo encontré abandonado al lado de mi oficina, en un parque junto a una pizzería con terraza, por donde se paseaba entre las mesas mendigando comida. Le estuve alimentando y dando de beber unas semanas, aún hacía calor y como en casa no podía meterle sin pasar cuarentena por mis gatas, contacté con algunos albergues, pero no hubo forma de que le acogieran en plena temporada de abandonos por falta de espacio.
Cuando cayó un gran aguacero la semana pasada me lo encontré calado hasta los huesos, se me pegaba temblando del frío (siempre se ha dejado coger en brazos) y hacía un viento y un frío tremendos, así que me lo traje a casa ya que no podía dejarle en esas condiciones.
No ha podido ser más bueno ni cariñoso desde el primer momento. Es cierto que ya va mostrando que no le gusta absolutamente dormir en el baño encerrado, pero por lo demás no puede ser más dócil y sociable. Cada vez que llaman a la puerta viene conmigo a recibir a las visitas a las que saluda muy amablemente.
Ha dado positivo en leucemia pero es totalmente asintomático, por lo demás está estupendamente, y puede tener muchos años felices por delante. Tiene dos años o algo más, y ya está desparasitado y castrado. Además de guapísimo, es un pedazo de pan, cariñoso, dócil... ya te digo que me lo quedaría encantada pero no tengo espacio para mantenerle separado de las mías.
Yo tengo ya dos gatas desde hace años, mi vivienda es pequeña y paso bastantes horas fuera al día por lo que no puedo tenerlos aislados indefinidamente sin que se agobien por estar encerrados así que quedarme con Gottfrid no es factible. Mis gatas rebotadas porque pasan muchas horas encerradas en la habitación y él también tiene que pasar parte del día encerrado en el baño (los voy turnando para que se paseen por la casa), me paso el día como la prota de Los Otros, abro puerta, cierro puerta, con la diferencia de que no tengo una gran mansión. Si así fuera podría mantenerlos en zonas separadas, pero mis escasos metros cuadrados no dan para tanto.
Por supuesto tanto uno como otras están empeñados en pasar a la otra zona y ya se me han escapado más de una vez. Como comprenderás es imposible mantenerlos aislados mucho tiempo y no puedo poner a mis gatas en riesgo de ser contagiadas, por más que Gottfrid sea adorable.
Pues esta es su historia... buscamos ahora un hogar donde le den todo el cariño que se merece y que desde luego él devolverá multiplicado.... a cambio de unas generosas raciones de comida, eso sí, que el pobre sigue con el síndrome de "voy a comer todo lo que pueda por si luego no hay".
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