Con la gata Jeannie
El 9 de diciembre de 2012 falleció a los 89 años un hombre llamado Patrick Alfred Caldwell-Moore, de nacionalidad inglesa, astrónomo aficionado, investigador, comentarista de radio, presentador de televisión y gran amante de los gatos. De hecho, los quería tanto que en la puerta de su casa de Sussex una placa rezaba: “Esta casa está diseñada para la comodidad de nuestro gato”. También dijo: “He querido a todos mis gatos, claro que los gatos son más amables que las personas. Nunca he conocido a un gato que no me cayera bien. En cuanto a las personas, depende mucho”.
Con el gato Ptolemy
Fue el autor de más de setenta libros de astronomía y presentó durante más de cincuenta años el programa mensual de BBC “The Sky at Night” (El cielo de noche), el más longevo del mundo con el mismo presentador. El primero se emitió el 24 de abril de 1957 y el último el 7 de enero de 2013. Al principio, numerosos programas eran en directo y no se han conservado. Grabó los últimos desde su casa al haber perdido el uso de las piernas. Empezó a interesarse por la Astronomía a los seis años y se unió a la Asociación Británica de Astronomía a los 11 años, siendo el miembro más joven que jamás ha tenido esta institución. Aprendió solo a tocar el xilófono y el piano. Estaba en contra de la caza del zorro y era un acérrimo crítico de la Unión Europea.
Con Smudgie
El astrónomo y Jeannie
El astrónomo y Ptolemy
El guitarrista Brian May, de Queen, doctor en Astrofísica y gran amigo suyo, dijo al poco de fallecer sir Patrick Moore: “Patrick era el último de una generación perdida, un verdadero caballero, el más generoso que jamás he conocido, una inspiración para las miles de personas a las que conoció y para los millones de telespectadores a través de los 50 años de su trabajo en televisión. No exagero al decir que inspiró a todos los astrónomos británicos, aficionados y profesionales, durante medio siglo. Nunca habrá otro Patrick Moore. Por suerte, tuvimos a uno”.
El 15 de abril de 2012 publicó un libro titulado “Miaow! Cats Are Really Nicer than People” (¡Miau! Los gatos son mucho más simpáticos que las personas) en el que habla de los gatos que compartieron su vida. Los beneficios de la venta del libro son para la asociación felina Cats Protection.
El diario The Daily Mail fue a visitarle a su casa para entrevistarle acerca del libro. El texto que sigue está extraído de ese artículo.
La casa está llena de recuerdos de la época en que jugaba al criquet, de fotos de su madre Gertrude, de libros, de las sillas de su niñez. Al preguntarle si alguna vez había tirado algo, contesta: “Uno de mis antepasados fue una ardilla”. Está sentado en un sillón, y Ptolemy (Tolomeo), un gato negro de pelo semilargo y grandes ojos verdes, está a su lado. “Hablo el idioma gato básico”, dice en el típico acento de los años cuarenta. “La gata de un amigo tuvo una camada y trajo a un gatito negro. Entendí lo que me decía: ‘Quiero ser tu gato, deja que me quede’. Entonces le dije: ‘Te llamas Ptolemy’. Todos los gatos negros de mi familia se llaman Ptolemy”. Ptolemy ronronea con fuerza mientras sir Patrick Moore habla. El gato disfruta de un jardín privado rodeado de tela metálica por los cinco lados para protegerle de los zorros y para impedirle salir a la carretera.
Su madre Gertrude con Rufus
El astrónomo nació en 1923. Su padre era un soldado cuyos pulmones fueron destrozados por los gases en la I Guerra Mundial y su madre una cantante de ópera a la que le gustaban las estrellas. De niño tuvo problemas de corazón que le impidieron ir al colegio, por lo que estudió en casa.
Hay fotos de la gata Jeannie por todas partes, en su mesa de trabajo, en las estanterías. “Jeannie era muy sociable, le gustaba la gente”, dice. “Los gatos de la raza Bosque de Noruega son conocidos por su sociabilidad. Era muy buena. Una vez trajo a un ratoncito de campo a casa, no le había hecho el menor rasguño, solo quería jugar. Lo devolvimos al campo”. Acababa de terminar su libro cuando Jeannie sufrió una insuficiencia renal. El veterinario no pudo hacer nada. “Fue horrible, la echo muchísimo de menos”, dice sir Patrick Moore. “Todavía no me creo que se haya ido y le hablo como si estuviera aquí. Le he dedicado el libro. Cuando la tuve por última vez en brazos, no le dije ‘Adiós, Jeannie’ porque sé que me esperará y que volveré a verla. Le dije ‘Au revoir, Jeannie querida, hasta que volvamos a vernos'”.
Tardó diez años en escribir su último libro de astronomía, “Data Book of Astronomy”, un compendio de gráficos, mapas y vocabulario en torno al cosmos. Reconoce que uno de los borradores obtuvo una crítica nefasta: “Ptolemy, un gato excepcionalmente limpio, decidió no salir y demostrarme qué opinaba de esa versión. Hubo que reescribirla”. Y añade: “Ptolemy duerme conmigo. Me gusta despertarme con el sonido de su ronroneo en la oreja. Todos mis gatos han dormido conmigo, o con mi madre cuando seguía aquí”. Gertrude falleció en 1981 a la edad de 94 años.
Patrick Moore y Jeannie
Ha pasado por momentos terribles: “Mi novia murió cuando yo tenía 22 años. Supe que jamás habría otra persona en mi vida”. Lorna era enfermera en Londres durante la II Guerra Mundial. Llevaban tres años juntos cuando falleció en un bombardeo.
Habla de sus gatos con mucho cariño. Cuando en los años sesenta era director del Planetario Armagh en Irlanda del Norte, un gato negro con patas blancas le adoptó. Se llamaba Smudgie y vivió más de veinte años. Antes de Smudgie estuvo Rufus, un rubio. Sir Patrick Moore conoció en persona a Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna; a Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio, y a Orville Wright, el primer hombre que voló. Posiblemente haya sido el único en conocer a los tres, pero sobre todo se enorgullece de su relación con los gatos. “Ptolemy y Jeannie me han enseñado la paciencia y la tolerancia. Me han ayudado a ser más tolerante. Si ellos pueden hacerlo, yo también”, dice.
Apoya a la asociación Cats Protection (http://www.cats.org.uk/) y es presidente de la sede regional, pero dice: “Me da miedo ir porque estoy seguro de que volveré con un cargamento de gatos y no creo que a Ptolemy le gustase”.
Ptolemy escribe a máquina
Sir Patrick Moore no quiso un funeral, sino una fiesta. Dio su cuerpo a la ciencia para que “usen lo que sirve y tiren el resto”. Nombró a cuatro albaceas testamentarios, uno de los cuales es el guitarrista Brian May, que publicó un artículo en The Telegraph (http://www.telegraph.co.uk/news/science/science-news/11922719/Brian-May-the-truth-about-Sir-Patrick-Moores-estate.html) el 9 de octubre de 2015 explicando qué había sido de las posesiones del astrónomo. En su testamento solo le preocupaba qué sería de Ptolemy y de su biblioteca. Parece que tanto uno como otra están en muy buenas manos.