Me informa mi hijo mayor (cuyo nombre de pila me está vedado reproducir aquí por aquello de los rastreos indeseados) QUE AL VOLVER DE UN VIAJE DE TRABAJO SE ENCONTRÓ CON UN NUEVO INQUILINO:
Era una criatura cuyo tamaño no sobrepasaba la palma de la mano, pese a las fotos.
Era la posibilidad de cumplir con un viejo sueño: tener una mascota, un animalito... o lo que sea... cuando el dilema se planteaba en Asturias....
Voy teniendo noticias de los progresos de Titán.
Y acompañada por la lluvia, me lanzo a leer el libro de Paloma Díaz-Mas (escritora solvente donde las haya), Lo que aprendemos de los gatos, que sin duda me aportará un plus a ojos de mi hijo.
Me alegra saber que ya tengo un primer regalito de Navidad. Y, aunque no me afecte, me quedo preocupada ante la afirmación de Díaz-Mas: "Dos gatos mejor que uno".