Revista Diario

Gatos y embarazo.

Por Arielac
Hace tiempo que quería hacer esta entrada, pero por una cosa u otra, lo he ido retrasando. Siempre me han gustado mucho los gatos y siempre he tenido contacto con ellos. Mis abuelos tenían gatos y he visto nacer y crecer varias camadas, recuerdo tardes interminables de verano jugando con los gatos, feliz. Sin embargo nunca pude tener un gato en casa. Por eso cuando Leo y yo nos fuimos a vivir juntos, en 2005, como compartíamos el amor por los felinos, adoptamos a Wendy:
Gatos y embarazo.
En 2006 llegó Héctor:
Gatos y embarazo.
Y en 2008, Rodrigo y Dante:
Gatos y embarazo.
Gatos y embarazo.
Cuando me quedé embarazada y me hicieron las prueba de la toxoplasmosis, yo estaba convencida de que con semejantes antecedentes gatunos, la habría pasado. Los gatos de mi infancia eran asilvestrados, sin vacunar ni castrados, comían pajaritos, ratones, lo que pillaban. Así que estaba convencida de que la habría pasado de niña, es una enfermedad que puede cursar de modo asintomático y una vez que la pasas ya no la puedes volver a coger.
Así que esperé tranquila los resultados de los análisis, aunque por prudencia me abstuve de comer embutidos, lavé muy bien la fruta y la verdura y dejé que papá cambiara los areneros de los gatos esos días. Cuando me llamaron para darme el resultado, me quede sorprendida al ver que era negativo, no había pasado la toxoplasmosis y por tanto, debía extremar las precauciones, pues cogerla en el embarazo puede ser muy peligroso para el feto. Lo primero que me peguntó la doctora es sí tenía gatos, le dije que sí y entonces me dijo "gatos fuera". Yo ya me había informado algo acerca del toxoplasma, así que le dije que de ninguna manera mis gatos se iban, no eran un factor de riesgo. Y ahí quedó la discusión. Pero hay muchas, muchas madres desinformadas, que en esa situación, entran en crisis ante la "orden" de deshacerse de sus amados compañeros felinos o pero aún, los abandonan sin más.
Es muy triste que a día de hoy haya médicos que sigan culpando a los gatos de la toxoplasmosis. Y me parece de una irresponsabilidad enorme que haya quien, ante un embarazo, se deshace de su mascota. Si empezamos por ahí, mal vamos a la hora de inculcar valores a nuestros hijos.
Hay que saber que la toxoplasmosis es una enfermedad que se transmite de muchos modos, por comer carne cruda o fruta o verdura mal lavada, agua contaminada, tierra (por ejemplo, jardineros o agricultores que trabajan con la tierra, que puede quedar en sus uñas y se ahí pasar a su boca) o a través de las heces de los gatos. Viendo estas opciones, me parece que la más remota para el contagio humano son precisamente los gatos, porque para que un humano se contagie tendría que ingerir heces del felino, lo cual es bastante complicado.
Además, para que un gato pueda "contagiar", primero tiene que estar infectado. Y el modo de infectarse el gato es, precisamente, comiendo carne cruda. Un gato casero, sin acceso al exterior, alimentado a base de pienso, simplemente no puede ser portador del toxoplasma. Por tanto, el riesgo de contraer toxoplasmosis a través de un gato casero, me atrevería a decir que es 0. Otra cosa sería si el gato tiene acceso al exterior y come pájaros o ratones, o sus dueños le alimentan con carne cruda o vísceras. Ahí sí que habría que tener cuidado. Pero incluso en ese caso, bastaría con tomar algunas precauciones para evitar la infección: no manipular los areneros del gato o si se hace hacerlo con guantes y lavarse muy bien las manos después.
Por tanto, como vemos, el riesgo de infectarse de toxoplasmosis por convivir con un gato, es exponencialmente menor al riesgo de contraer toxoplasmosis por comer embutido, o fruta mal lavada, o por jugar con otro niño con la arena del parque. Y sin embargo, se sigue culpando al gato. Qué injusto, ¿no?
Otra consejillo mal intencionado, a mí en concreto me lo dio mi matrona: "tienes a los gatos vacunados, ¿no? Porque te pueden contagiar..." No quise discutir con ella, pero las enfermedades de los gatos NO se transmiten a las personas. A los gatos se les puede vacunar de una serie de enfermedades (leucemia, panleucopenia, calicivirus, rinotraqueítis,clamidia, peritonitis y rabia) que NO son contagiables a los humanos por ninguna vía. La única que supondría un riesgo es la rabia, y casualmente en España no hay rabia en gatos desde hace años. En este caso, de todos modos, se vacuna y listo. Yo tengo a mis gatos vacunados (y castrados) por ellos, no por mí.
En mi caso, mis gatos fueron un salvavidas en mi embarazo. Me acompañaban en mis siestas y en mis desvelos, me transmitían paz con sus ronroneos y me hacían reir con sus travesuras. Sin ellos, hubiers sido un período mucho más difícil en mi vida. Me aliviaron y me ayudaron de una manera que no puedo explicar. Les estaré siempre agradecida por el bienestar que me aportaron, convivir con ellos solo me trae alegrías y beneficios. Y me da mucha rabia que otras familias, por desconocimiento, se deshagan de sus miembros felinos ante un embarazo.

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