Escribe Kerouac al inicio de este poemario disperso un texto que titula Los orígenes del gozo en poesía y del que me permito subrayar una frase que algo tiene que ver con mi propia poesía:
La nueva poesía norteamericana en tanto que tipificada por el Renacimiento de San Francisco (lo que quiere decir Ginsberg, yo, Rexroth, Ferlinghetti, Mc Clure, Corso, Gary Snyder, Philip Lamantia, Philip Whalen, supongo) es una especie de nueva-vieja poesía lunática zen, escrita tal y como entra en la cabeza según va viniendo; poesía que regresa a su origen, al niño bardo, auténticamente ORAL como dijo Ferling, en vez de grises palabrerías académicas. Poesía & prosa hace largo tiempo que ha caído en las falsas manos de lo falso. Estos nuevos poetas puros se confiesan públicamente por el simple placer de confesarse. Son NIÑOS. También son homeros infantiles de barba gris cantando en la calle. CANTAN, VACILAN. Esto es diametralmente opuesto al fogonazo de Eliot, el cual notifica tan tristemente sus reglas negativas terribles como el acusativo correlativo, etc., lo que es precisamente un enorme estreñimiento y en definitiva, castración del puro impulso masculino a cantar libremente. A pesar de las secas reglas que estableció, su poesía es sublime en sí misma. Podría decir montones de cosas más pero no tengo tiempo ni ganas. Pero lo de San Francisco es la poesía de una nueva Locura Santa como la de tiempos pasados (Li Po, Hanshan, Tom B Bedlam, Kit Smart, Blake) aunque también tenga esa disciplina mental tipificada por el haiku (Basho, Buson), es decir, la disciplina de señalar las cosas directa, pura, concretamente, sin abstracciones ni explicaciones, wham wham el auténtico canto triste del hombre.
Y después de la palabra de Kerouac, uno de sus poemas:
[ Es tu amigo, déjale soñar]
Es tu amigo, déjale soñar;No es tu hermano, no es tu padre,No es San Miguel, es un chaval.
Está casado, trabaja, va a dormirAl otro extremo del mundo,Va a pensar en la Gran Noche Europea.
Le explico a él, a ti, mi camino no es el vuestro,Niño, Perro -escucha: vete a buscar tu alma,Vete a oler el viento, vete lejos.
La vida es una pena. Acerca el libro, vamos,No escribas más en las paredes, en la luna,La del Perro, en el mar, en el fondo nevado.
Vete a buscar a Dios en la noche, también en las nubes.Cuando se detendrá este gran círculo en el cráneo¡oh, Neal!; hay hombres, cosas, afuera que hacer.
Enormes tumbas tremendas de Actividaden el desierto de África del corazón,Los ángeles negros, las mujeres en la cama
con sus hermosos brazos abiertos para tien su juventud, suplicando algo deTernura en el mismo sudario.
Las grandes nubes de nuevos continentes,Pies cansados en climas tan misteriosos,No bajes hasta la otra parte para nada.
Jack Kerouac. Poemas dispersos. Visor Libros, 2º edición 1995. Traducción de M. Antolín Rato.