¡Así que has decidido adoptar un gecko! ¡Buena elección! Estos lagartos son excelentes mascotas que son relativamente fáciles de mantener en comparación con un gato o un perro.
Puedes tener a estas salamanquesas en un pequeño espacio en tu casa, no tienen pelaje ni plumas que te puedan hacer estornudar, ¡y no necesitan sacarlas a pasear!
Comportamiento del gecko y diseño del terrario
Los geckos tienen muchos comportamientos interesantes. La mayoría de estos lagartos son conocidos por vocalizar con la voz, una habilidad que a menudo se utiliza para comportamientos territoriales, de autodefensa y de cortejo.
Algunos tipos arbóreos como el gecko diurno de Madagascar y el gecko de Línea Blanca tienen la habilidad de trepar por los cristales.
El gecko ocelote de Madagascar, el gecko de banda de América Central y el gecko de Ojos de Rana son especialistas en cavar y excavar.
Estos comportamientos son fáciles de ver si se ha pasado tiempo creando un buen lugar para que viva tu mascota. Puedes lograrlo leyendo en este blog sus hojas de cuidados como guía para crear un terrario basado en el entorno natural del geco.
Algunos futuros cuidadores imaginan un hermoso terrario tropical lleno de ellos; a otros les gustaría que sus reptiles vivieran en una escena desértica en miniatura en su casa. Hay especies apropiadas para ambos tipos de terrarios.
Emparejar una especie de gecko con el diseño y mobiliario de terrario correcto es un esfuerzo que vale la pena realizar. Te darás cuenta de esto cuando veas a tus salamanquesas acechando a los grillos o tomando el sol en el entorno que creaste para ellos.
Elige tu Gecko: Lo básico de la tienda de mascotas
Hay varias cosas que debes recordar cuando compras el gecko que deseas. Primero, ¿están sanos?. Pregunta si han sido criados en cautiverio. Los criados en cautiverio deberían ser tu primera opción porque son menos propensos a tener problemas de salud que los gecos salvajes.
¿Se mantienen los sanos en la misma jaula que los gecos enfermos u otros reptiles enfermos? Si es así, mira en otra parte, los que parecen sanos también pueden estar enfermos. No es conveniente comenzar la experiencia de mantener una salamanquesa con otra enferma; esto suele ser mucho más caro en tiempo, energía y gastos de veterinario de lo que la mayoría de la gente cree.
Una vez que seleccione un candidato saludable para tu terrario, pregunte al empleado de la tienda de mascotas, "¿Cuál es el nombre científico apropiado?" Esto es necesario para identificar al gecko. Una vez que lo haya identificado, puede obtener la información de cuidado apropiada.
Una hoja o libro de cuidados debe estar disponible para comprar con el geco para que sepas cómo alojarlo y alimentarlo adecuadamente cuando llegues a casa. Lo ideal sería que leyeras toda información, instalaras tu terrario y luego compraras el gecko. La información sobre el cuidado debe cubrir brevemente el entorno natural del reptil, cómo montar un terrario, qué alimentarlo y con qué frecuencia.
Consejos de alimentación de un Gecko
Complete su comida con un suplemento multivitamínico de calidad con calcio, fósforo y D3. Deje un plato poco profundo de calcio en el terrario con las hembras reproductoras; esto es necesario para reponer las reservas de calcio agotadas por la producción de huevos.
El primer día en casa de tu gecko
Una vez que haya seleccionado tu gecko, el primer día en casa debe ser tranquilo. A menudo le tomará unos días al reptil adaptarse a su nuevo hogar.
Ofrezca comida en el segundo día. Si los primeros grillos o gusanos de la comida no son comidos en una hora, retírelos e inténtelo de nuevo al día siguiente. Evite dejar demasiados grillos porque esto le causa estrés, y los grillos pronto pierden su valor nutritivo ya que no hay nada para comer en el terrario para ellos.
Cuarentena y atención veterinaria de un nuevo Gecko
Si planeas introducir tu nuevo gecko en un terrario con otros hay ya dentro, asegúrate de ponerlo en cuarentena lejos de los lagartos establecidos por dos o tres meses hasta que estés seguro de que está sano. No querrás infectalo introduciendo un nuevo espécimen que no está seguro de que esté enfermo, aunque parezca saludable.