Al volver a casa la semana pasada he recuperado una de las herencias cosméticas que me ha dejado mamá y que quería compartir con vosotros: su adorado gel de ducha de Eau de Rochas. Siempre presente en su baño y su aroma por toda la casa, no recordaba, hasta ahora que he vuelto a utilizarlo, lo maravilloso que es!!
Un aroma fresco a base de cítricos, geranio, rosa silvestre, narciso, musgo y roble, que llena la casa de vida, es una maravilla el olor que queda en el baño y en todo el hogar (y mira que mi casa tiene casi 200 metros!) cuando te duchas con este gel de baño. Por no hablar del aroma que permanece en el cuerpo a lo largo del día, ¡me encanta!