Si soy sincero con ustedes no se por donde empezar esta reseña, el título ofrecía bastante desconfianza, no haber oído hablar de ella era algo positivo, pero transcurrido un tiempo ya desde su estreno no tanto. Del realizador poco sabía, y entonces va uno y se acerca por ejemplo a internet para husmear lo que acumula a sus espaldas, es entonces cuando uno sale más espantado todavía si cabe. Pero claro como a todo el mundo hay que darle su oportunidad, no iba a ser menos con el trabajo de Cavestany, aunque luego sea para ponerle verde como va a ser el caso de los párrafos que vayan seguidos a este.
Hay críticos que defienden que para analizar una obra hay que saber lo que el realizador pretendía reflejar con ella, para ver si realmente lo ha logrado, en mi opinión esto es tener demasiadas pistas. Por otro lado hay otro grupo que defiende que la película hay que intentar analizarla como una obra independiente y analizar las intenciones del director como parte de un todo. Si me preguntan en este caso cuales eran las intenciones del padre de la criatura les juro que no se ven por ningún lado, teorías podíamos plantear unas cuantas pero de verdad que sería una perdida de tiempo y no merece la pena.
Esta es una película rala, sin pretensión ninguna, y si la tuviera para nada queda reflejada en ningún momento. Los personajes están totalmente deslavazados, no tienen perfil ninguno y ni siquiera se ha preocupado en desarrollarlos, vale que estemos en una película coral, pero un poco más de seriedad. Tenía pensado ir desarrollándolos más o menos uno a uno, pero es que la verdad es que no apetece demasiado, son tan defectuosos que no da ninguna gana. Claro que a la simplonería de estos contribuyen en gran manera sus interpretes, que tienen mucho de estrellas de televisión y poco de actores, la que es más actriz, Maribel Verdú (Osiris) es quizás la que peor personaje desarrolla no entendiendo muchos aspectos del mismo.
Al principio y por el desarrollo de la historia podría aparecer la idea en nuestra mente de que estamos ante un retrato de la sociedad actual o para ser más exactos de hace unos pocos años. Yo he vivido dicha época y ni yo, ni nadie de mi entorno o cercano vive de una forma tan grotesca como lo hacen los personajes de la película. Pero no en serio sigan mi consejo y deséchenla de su mente, me lo agradecerán este dislate de filmación no tiene nada de eso, en todo caso refleja el absurdo, llegando incluso en ocasiones a rozar el ridículo, y esto si que trasciende hasta el espectador, porque les aseguro que en muchas ocasiones van a pasar vergüenza ajena.
Ni siquiera funciona el marco de comedia en el que se la ha querido enclavar, comedia amarga o intento de ello, insisto. No se puede negar que hay momentos en los que se esboza alguna sonrisa, pero de verdad que no llegarán a la carcajada. Lo peor de todo es que una y otra vez se recurre a las mismas fórmulas a la hora de realizar los chistes y claro ante esto llegado el omento el espectador ya sabe la gracia de turno que toca en cada momento determinado, perdiendo la espontaneidad del gag. En serio no merece la pena que por cuatro sonrisillas que vayan a esbozar se traguen noventa minutos de un completo desatino y trabajo muy mal confeccionado, evítenselo y dediquen su tiempo a menesteres que les reporten mayor placer.
TRONCHA