Gente guapa

No recuerdo cuando fue la primera vez que me llamaron "señora" pero si recuerdo la sensación que me dejó. Estado de shock.

Dicen que la madurez de forma natural trae aceptación de uno mismo aunque haya muchos empeñados en parecer adolescentes hasta los sesenta. Y como inevitablemente y desgraciadamente la hermosura va ligada a juventud, ya no se es "guapa" a secas, si no que se es guapa a pesar de los años, a pesar de tener unos kilos de más, a pesar de que te falta una pierna... y así hasta el infinito.

Tu guapura se va pareciendo más a esos nombres de cremas ininteligibles que tan de moda están hoy en día. No eres una crema hidratante a secas, si no una crema Oriflame Hidratante de Día Blueberry Facial Milk & Honey o una Creme Advanced Time Zone SPF 15 Dry Skin, ya me entendéis.

Y si alguien está tentado en echarle un pulso al tiempo que sepa que esa carrera ya está perdida. Ni poniéndote ni quitándote jamás volverás a ser físicamente el de antes. Todo cambia. Es la evolución de las especies. La vida va y viene, la estética también pero las personitas que llevamos dentro son las que realmente hay que cuidar de verdad.

Tampoco  debe ser nada fácil compaginar un espíritu apasionado con el paso de los años sin rozar el ridículo. Renovarse si, morir en el intento no. Además eso de mantener el espíritu joven está sobrevalorado. Me suena a consuelo. Si la gente se conformara con tener el espíritu joven los cirujanos plásticos no estarían tan forrados.

¿Fórmulas? Cada uno con las suyas. Para mi evitar la nostalgia y no concentrarse en lo que uno fue. Ni batallitas de abuelos ni vivir en el pasado. Como dice el proverbio hoy es el primer día del resto de mi vida.

Y ahora me voy corriendo que tengo hora con mi esteticista.