- Son personas cuyos estilos de vida están muy condicionados por los estímulos del entorno, por lo externo, por lo de fuera.
- Entonces, se dejan guiar demasiado por las recompensas externas, por el placer que encontramos en lo estético, lo material y lo superficial: una persona atractiva, un exquisito plato de comida, la promesa del fin de semana, la ilusión del lujo.- Viven, al dejarse llevar tanto por esos condicionantes externos, una vida poco consciente. No se preguntan si realmente hacen lo que les gusta, lo que quieren, lo que les hace feliz... o si están haciendo lo que se les ha dicho que han de hacer para sentirse felices. Van arrastrados por el rebaño de las masas, viven una vida en "piloto automático".- Por supuesto, al hacer todo esto, no se interesan lo más mínimo por actividades orientadas a reforzar lo de dentro, nuestra consciencia y atención, el control de la mente, la gestión de nuestras emociones, enriquecer la relación que tenemos con nosotros mismos, con los demás y con el planeta. ¿Para qué, si la felicidad está fuera?- Muchas "personas out" pueden tener muchos "momentos in" a lo largo de su vida pero, a no ser que tomen consciencia y se vuelvan in, su pensamiento general sobre la vida es que la felicidad está en lo externo y no en lo interno.GENTE IN
- Somos personas que hemos tomado consciencia de que nuestra felicidad no depende tanto de los condicionantes externos como de nuestra paz y bienestar interior. Por supuesto, sabemos que sentirnos felices no implica estar bien siempre y que eso es imposible precisamente debido a las dificultades que nos encontramos en el exterior (problemas, pérdidas, conflictos), pero también sabemos que nuestra actitud frente a esas dificultades, y no la ausencia de las mismas, es lo más determinante para nuestra calidad de vida.- Entonces, ya no nos dejamos guiar tanto por el placer estético (sexo, vanidad), material (cosas, comida) o superficial (diversión, sociabilidad). Todo eso nos gusta. Todo eso nos encanta. Pero sabemos que hay más: lo que nos llena, lo que nos hace crecer y realizarnos. Y la paz interior.- Saber esto nos hace conscientes, darnos cuenta de cuándo nos estamos dejando llevar por condicionantes externos: el influjo de la publicidad, lo que la sociedad nos dice que es bueno, lo que los demás quieren que hagamos... y cuando detectamos que eso no es lo que nosotros queremos para nosotros mismos, obtenemos mayor capacidad de elección, de hacer o no hacer, de tomar un rumbo distinto si discernimos qué es lo que nos hará sentirnos mejor. Al ser más conscientes, somos más libres, porque adquirimos mayor capacidad de distinguir aquello que nos hace felices y lo que no. - Por supuesto, al alcanzar este nivel de consciencia, nos damos cuenta de que mucho de lo que nos hace felices está dentro y no fuera: en nuestra capacidad de relajarnos, en nuestra capacidad de sentir gratitud, de amar... Entonces, empezamos a cultivar lo de dentro: leemos libros sobre crecimiento personal, empezamos a acudir a conferencias de bienestar o a talleres de psicología, meditamos, escribimos, vamos a terapia.- Muchas "personas in" hemos tenido y tenemos "momentos out", es decir, momentos en los que nos dejamos arrastrar por lo de fuera y nos olvidamos que la auténtica felicidad está dentro. Es normal que eso nos pase, pero la filosofía general de vida de la "gente in" es que la felicidad no está fuera, sino dentro. Aunque no está de más que nos lo recordemos o nos lo recuerden muy a menudo.Este post no pretende ofender a nadie. No estoy diciendo que la "gente in" sea mejor que la "gente out", simplemente, como psicólogo, escritor y divulgador, defiendo que un estilo de vida basado en la consciencia de que nuestro bienestar personal depende sobre todo de nosotros y no de los placeres o dificultades externos, aumenta nuestra calidad de vida. Insisto en que eso no quiere decir que podamos sentirnos siempre bien independientemente de las circunstancias: ni se puede ni se debe pretender. Es muy lícito e inevitable sentirse mal.Del mismo modo, no digo que los placeres de la vida sean malos. Lo repito: a la "gente in" nos puede encantar el sexo, comer y beber abundantemente y estar toda una noche de juerga. Pero eso es placer. La felicidad... está dentro. En cómo vivencio los placeres externos y cómo afronto las dificultades del entorno.Y, por último, quiero recalcar que todos, todos, todos nosotros, yo incluido, podemos ser in o out según el momento vital que estemos atravesando. Yo, hoy, me considero in, lo que no quiere decir que a veces me desubique un poco y me quede out. Pero cuando me pasa, trato de volver. Trato de volver a mí. Después de todo, la felicidad no es una meta, es un camino. Ser in es la brújula que me devuelve al camino.