"Gente que viene y bah" de Laura Norton

Sinopsis

La novela que están esperando todos los lectores de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas. Cuando preparábamos la primera novela de la desconocida debutante Laura Norton, afirmamos desde el más absoluto convencimiento lo siguiente: «La historia que está deseando leer cualquier chica entre 18 y 98 años. Agra decerás que te lo recomienden... y lo recomendarás».No podíamos saber que, más que formulando un deseo, estábamos haciendo una profecía: la novela fue uno de los exitazos de 2014. Ahora, nos atrevemos a decir que su segundo libro nos dará muchas alegrías. Por nosotros no va a quedar? y por la autora, menos:De Bea, la arquitecta joven, talentosa y guapilla que protago­niza esta novela, no se puede decir que sea gilipollas, pero de lo que no se puede dudar es de que su karma es tirando a pésimo: en la misma semana, pilla a su novio (perdón, su PROMETIDO) enrollándose con una de las presentadoras más monas DE LA TELE, para, acto seguido, ser despedida con una indemnización ridícula. Con el desastre en los talones, Bea no tiene más remedio que volver a su pueblo natal, donde, además de un paisaje idílico, le espera un futuro incierto, una familia como poco peculiar? y un vecino digamos que «misterioso».
Datos Técnicos
Editorial: Espasa
Número de páginas: 320Encuadernación: Tapa blanda / EpubDisponible para descargar en Epub: Sí
ISBN: 9788415725084Año de edición: 2015Precio: 18,95€ / 9,49€
Sobre el autor: Laura Norton
Impresiones

¿Quieres una lectura loca y divertida? ¿Buscas un buen libro para reírte y que te miren como si hubieras perdido un tornillo mientras te refugias de estos calurosos días de verano? Pues no busques más que aquí tienes la novela ideal para estos días.
Beatriz, Bea, acaba de sufrir una ruptura muy dolorosa. Su ex, Víctor, ha tenido la magnífica idea de liarse con una de las cinco fantásticas. ¿Y qué es eso? pues una lista que toda pareja liberal y moderna como la de Bea y Víctor hacen con los nombres de las cinco personas con las que están autorizadas a acostarse si surgiera la posibilidad. Pero claro, del dicho al hecho... ¿cómo va una a pensar que una de esas personas famosas vaya a ponerse a tiro? ¿y que tu ex vaya a liarse con ella?. Así que Bea procede a cancelar la boda y se refugia en casa de sus padres, allá por Cantabria.

De pronto me sentía hermanada a Jennifer Aniston. Lo que tuvo que sufrir cuando Brad Pitt empezó su relación con la otra. Fíjate que me llegué a sentir tan identificada con ella que para mí Angelina pasó de tener nombre a no tenerlo y convertirse en la otra. Imaginaba a Jennifer todos aquellos días intentando poner buena cara cada vez que alguien le preguntaba o cada vez que encendía la tele y los veía allí, tan guapos, tan perfectos, tan… ¡¡¡hijos de puta!!! Y a ver dónde te escondes, que no hay lugar en la tierra donde no hayan puesto un capítulo de Friends o no hayan visto Thelma y Louise. Al menos yo tenía donde esconderme. 

Lo que no recuerda Bea es cómo es su familia. Para empezar están sus hermanas, muy distintas entre ellas, pero entrometidas a más no poder. También está su hermano, un chico algo friky que se pasa el día encerrado en su cueva con su ordenador. Su madre, la curandera del pueblo. Su padre, marinero a punto de jubilarse. ¡¡¡Vaya panda!!! a cada cual más entrometido que el anterior.

—¿Se ha quedado él con el piso?¿Te ha echado? Si es así, lo podemos demandar —dijo Irene, señalando mi maleta.
—¿Qué? No te embales, Irene. ¿Traigo una maleta grande y ya estás sacando conclusiones? —protesté yo, toda digna—. No pasa nada, está todo bien. Lo llego a saber y me vengo con mochila.
—No cuela.
Desde otro lado de la casa escuché a grito pelado otra voz familiar.
—¡Ha llamado Víctor y les ha puesto al día! ¡Que lo de la cancelación de la boda va en serio y que te has ido de casa! !Así que que no te hagan el lío! —Era mi hermano pequeño, seguramente gritando desde su habitación. Allí se pasa el día encerrado, pegado al ordenador. Aunque se entera de todo, el tío. Qué capacidad.

Si Bea intenta poner orden en sus ideas y en su vida, puede que su hogar sea el lugar adecuado. Con lo que ella no cuenta es con los factores extraordinarios que irán cambiando la percepción que tenía sobre el problema. Porque ella estará con un lío en la cabeza, pero su familia tiene aún más líos que ella.
Me lo he pasado pipa con esta novela. ¡Qué casa de locos! todos los miembros de esa familia tienen su historia particular, y a través de la narración consigue que empatices con todos ellos, que sientas, que te cabrees, que te den ganas de dar un tirón de orejas a alguno... porque la historia tiene de todo, amor, desilusión, dignidad y orgullo.
La forma de narrar de Laura Norton es tan cercana que parece como si lo estuvieras viviendo en tu propia piel, o lo que es mejor aún, como si tu misma pudieras estar siendo la protagonista de toda esta historia. Además los personajes secundarios tienen un papel bastante relevante, y hay de todo: la benemérita, un stripper, un bombero ¡y hasta un pelirrojo!
He disfrutado mucho con la lectura, y para tod@s aquellos que busquen una lectura entretenida que te haga quedarte ojiplático con las situaciones que van viviendo los personajes, esta es una lectura perfecta.

Reseñado por Lourdes Pacheco

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