Geocentrismo en el siglo XXI

Nunca imaginé que en pleno siglo XXI teóricos de la conspiración sostengan, con base en la Biblia, que la Tierra es plana y ocupa el centro del universo. El geocentrismo es defendido incluso por dos matemáticos españoles de apellidos Gorostizaga y Bernardic. La Biblia no puede ser jamás autoridad en astronomía porque los hebreos no desarrollaron esta ciencia. Prohibiciones expresas de su ley lo impidieron: Deuteronomio 4:19. “No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas”. Había temor de convertir los astros en dioses y a la astrología, puesto que estaba ligada a la adivinación. Desde un punto de vista ético, no cabe duda de que el monoteísmo es más adelantado que el politeísmo. Platón planteaba a sus interlocutores que si es piadoso quien obedece a los dioses. Todos le respondían que sí. Inmediatamente agregaba: Y si un dios quiere una cosa y otro, otra, ¿quién es piadoso? Por eso apuntó a una forma del bien única. También el creer en oráculos condujo a desastres a muchos líderes, desde el rey Creso hasta Adolfo Hitler. Pero desde un punto de vista científico, el deseo de adivinar el futuro y el politeísmo impulsaron la astronomía en muchos pueblos. Mientras los salmistas hebreos sostenían cosas como “Él fundó la Tierra sobre sus cimientos, no será jamás removida”, salmo 104 que fue usado para desacreditar a Copérnico, Tales de Mileto, con base en estudios caldeos y egipcios, era capaz de predecir eclipses. Poco después, Pitágoras afirmaba que la Tierra era esférica y se movía, junto con el sol y el resto de los planetas, en torno a un fuego central (efectivamente, todo el sistema solar se mueve en torno de la Vía Láctea); Aristarco de Samos descubrió que el Sol era mucho más grande que la Tierra y esta debía moverse en torno a aquel, y Eratóstenes fue capaz de medir la circunferencia terrestre dos siglos antes de Cristo. Sobra decir que olmecas, mayas, caldeos y egipcios desarrollaron calendarios de una precisión que los hebreos jamás soñaron. Por cierto, la redondez de la Tierra era unánimemente admitida por los griegos, desde Pitágoras hasta Aristóteles. Se sabía que era la sombra de la Tierra la que cubría la Luna en los eclipses y esa sombra es redonda. Además, se midió la circunferencia terrestre mediante un cálculo que se hizo con base en la sombra proyectada por un obelisco a mediodía, de siete grados, mientras que en un pozo lejano el Sol se reflejaba por entero. Si la Tierra fuera plana, las sombras serían iguales en todas partes a la misma hora, como razonó el gran Eratóstenes. De siete grados era la sombra del obelisco, por tanto, siete grados de meridiano terrestre había entre el pozo y el obelisco. Bastaba saber la distancia entre ambos para calcular la distancia de un grado terrestre y multiplicarlo por los 360 que tiene la circunferencia del planeta. Sobra decir que esa redondez fue probada definitivamente por el primer viaje alrededor del mundo que empezó Magallanes y terminó Elcano. Incluso allí se percibió que se perdía (o ganaba) un día en ese viaje, tema que usó Julio Verne en su Vuelta al mundo en 80 días.

Los hebreos tampoco desarrollaron el arte. No tuvieron escultura o pintura debido a la prohibición de la idolatría. Éticamente es malo hacer ídolos. El mundo está lleno de personas que viven apegadas a imágenes de lo que fueron, de lo que quisieron ser… que hacen ídolos del Estado, de partidos políticos, hasta de muñecos, como los patéticos y patéticas Ken y Barbie humanos. Pero tal vez hubo algún hebreo con el talento de Fidias, Miguel Ángel o Praxíteles, que nunca pudo desarrollarlo por una prohibición religiosa.