Pues si, pues si. Llevo una temporada de no parar de ir a eventos. Después de la feria OMExpo en el Ifema (Madrid) me quedé con más ganas y la semana pasada, el 24 de abril asistí al que organizaba Marketing Directo sobre geomarketing. La verdad que me dejó muy sorprendida, pues descubrí un mundo de posibilidades, aunque no al alcance de todos. Paso de contaros el evento entero, pero quiero explicaros un poco las ideas que surgieron de él.
¿Y qué es lo que es el Geomarketing?
Ejemplo de imagen de Geomarketing
El geomarketing es una disciplina que se basa en miles de datos para poder decidir con ellos dónde será el mejor lugar para poner la heladería que tanto has soñado, o un super evento de marketing viral para tu start-up o hacer una acción con flyers para tu bar malasañero (aunque para esto no hace falta mucho geomarketing). Esta discriplina se basa en un análisis geoespacial.
El geomarketing es una exploración de la ciudad, de sus gentes, de sus costumbres, sus comportamientos, que se compilan en una sola imagen, muy visual, donde poder sacar conclusiones de un simple vistazo. Además es predictivo, por lo que lo hace imprescindible para tenerlo en cuenta en nuestra estrategia de negocio.
¿Y cómo puedo yo aprovecharme del geomarketing?
Para empezar, ya sólo por los datos que analiza, ya es un conocimiento que vas a tener sobre tus clientes y tus locales que mínimo te dará que pensar. Pero vayamos más lejos: pongamos el caso de que tienes 5 heladerías distribuidas por Madrid en barrios diferentes.
- No es lo mismo la gente que vive en el barrio de Salamanca que en Lavapiés. No venderás los mismos sabores en un sitio que en otro. Ni el mismo tamaño de helado. Por lo tanto, será importante conocer al cliente de cada heladería, y tener una relación con él. Y ni siquiera les atenderás igual. El trato no será el mismo. Deberemos adecuar nuestra forma de relacionarnos con ellos, dependiendo de dónde esté nuestra tienda. Un “qué pasa, man?” será para Lavapiés. Un “muy buenos días, caballero” será para Salamanca. Un “qué (así muy seco) será para Malasaña.
- Para ayudar al geomarketing, o que el geomarketing nos ayude mejor, sería interesante poder averiguar datos de los clientes, con el sistema informático del ticket, por ejemplo. Anotando si es hombre o mujer, el código postal, o una simple pregunta que puedas hacer cuando compran uno de tus ricos helados. También puede ser interesante tener una tarjeta de “fidelización” o mejor dicho una estrategia con un programa “relacional”, pues se trata de tener una relación con ellos y no sólo de averiguar datos. Así podremos hacer nuestras promos mucho más específicas para cada puesto de helados que tengamos. Igual en el barrio de Salamanca, les mola más probar sabores clásicos y en Lavapiés es más interesante hacer un 3×2 en helados. Y en Malasaña ofrecer helados de fabes con almejas.
Averiguar datos para relacionarnos con el cliente. No es lo mismo saber todo de los perros que conocer a un perrillo.
¿Dónde colocamos nuestra heladería? el Geomarketing nos lo dirá
- Otra ventaja que ya os introduje al principio es la de sacar provecho a la gestión de los puntos de venta. Podemos analizar cada heladería, ver sus beneficios, sus pérdidas, conforme a miles de datos como edad, sexo, clase social, gustos, comportamientos, competencia… y poder sacar conclusiones sobre si mi heladería está bien en el barrio de Salamanca, o será mejor moverla dentro del Retiro, a unos metros y eliminar la que tengo en Lavapiés, cerca de Atocha. El geomarketing nos hará una predicción de si ese movimiento puede arruinarnos o llevarnos al cielo de las heladerías. Por ello, la información es la base del geomarketing, pues tiene 3 puntos clave: precisión, conocimiento y rentabilidad.
El geomarketing se compone de precisión, conocimiento y rentabilidad
- Pero no nos volvamos locos con el geomarketing y lo hagamos gurú de nuestras decisiones, pues para poder usar esta disciplina no hay que perder de vista la lógica. Debemos conocer bien a nuestros fans del helado para saber, que si quito dos tiendas (una del barrio de Salamanca y otra de Lavapiés) y me planto un carrito del helado en el lago del Retiro, igual a ellos no les hace ni pizca de gracia tener que desplazarse tantos metros para comprar uno de nuestros magníficos helados y aún encima comprarlo más caro, porque puestos a poner un puesto en el Retiro, pues le subo un 30% el precio. Y ahí perderíamos nuestra bonita historia de amor con ellos. Hay que ser cautos, listos, y saber quiénes son ya nuestros clientes para poder tomar decisiones acertadas.
Debemos analizar el comportamiento de los clientes antes de tomar decisiones a la ligera.
- Pero no sólo podemos aprovechar el geomarketing para sacar provecho a los puntos de venta. Podemos extrapolar toda esta información para eventos que queramos realizar de marketing viral, dónde podremos sacar el disfraz de reno que tenemos guardado para nuestra campaña potente de aplicación móvil de nuestra start-up. Para nuevas posibilidades de negocio, como por ejemplo si queremos atraer nuevos clientes turistas, dónde poder anunciarnos, en qué publicación, fanzine o valla publicitaria nos conviene por el tráfico de personas que pasan. Si queremos implantar una estrategia y conseguir que l@s oficinistas se tomen un helado bajo en calorías cuando salen del Gym en la Castellana… imaginaros todo un mundo de posibilidades!!
No todo va a ser bueno
La verdad que el geomarketing tiene muy buenas aplicaciones, pero surgen una serie de desventajas que debemos tener en cuenta:
- Nos hemos acostumbrado a tener apps, herramientas, páginas web, blogs, que nos brindan servicios gratuitos, estadísticas, trucos, análisis, estudios sobre todos los temas del mundo mundial y en cualquier idioma. Por lo que he podido averiguar, esta disciplina cuesta dineros, y aún no se ha inventado ninguna app o herramienta gratuita o relativamente barata que nos pueda acercar al geomarketing. (Idea de negocio, gente!) Si somo pymes con pocos recursos, sólo nos podemos valer de nuestra base de datos, nuestra experiencia y nuestra intuición, que no es poca.
- Otro tema que puede generar debate con el geomarketing es la pasada de datos que recabamos sobre los clientes. ¿Es posible que llegue una ola de ermitaños que no quiera que nadie quiera saber nada de ellos? ¿Dónde está el límite de datos que podemos albergar sin que ellos suponga una amenaza o cree una alerta en la sociedad? ¿Quieren nuestros clientes que sepamos exactamente cuál es su helado favorito, que de eso se trata? Personalmente, veo una ventaja que las marcas me metan en un nicho tan específico, tan específico, tan específico que si el día de mañana existen los anuncios especializados cuando me compre unas Google Glash, no me ofrezcan jerseys de cuello vuelto, que los odio.
Y esta ha sido mi experiencia en el evento organizado por Marketing Directo sobre Geomarketing. Es la segunda edición del evento de Marketing de Precisión que espero que vuelvan a organizar más ediciones Fue muy interesante y nos trataron fenomenal, por no hablar del pequeño almuerzo que organizaron (por dios, decidme de dónde sacasteis esas mini-napolitanas de crema)
Si queréis más información del evento pasaros por el link de Marketing Directo que os dejo aquí.
¿Te mola el geomarketing? ¿Crees que tiene grandes aplicaciones para tu estrategia de marketing? ¿O te viene grande? ¿Ya lo usas? ¿Te aventuras a crear una app baratiiica, baratica para acercar el geomarketing a las pymes? ¿Existe y la has encontrado? Cuéntame todito todo aquí abajo. Y si te ha molado a más no poder, ya sabes, compartir es vivir!!
Geomarketing… C’est la vie!