Revista Opinión

#Geopolítica Criminal : Las nuevas rutas de la #cocaína de #Sudamérica: #África

Publicado el 01 octubre 2018 por Marka

Ante la presión policial ejercida sobre otras rutas viables, derivarlas hacia el continente africano como paso previo a Europa es una alternativa de seguridad para el transporte de estupefacientes desde América Latina . Sin embargo, controlar íntegramente el ciclo criminal exige la presencia de la organización en todas las áreas geográficas donde se desarrolla cada una de sus fases. Esto explicaría la presencia en África Occidental de diversas organizaciones criminales latinoamericanas (principalmente mexicanas, colombianas, venezolanas y brasileñas). Las opciones para articular dicho control son variadas y dependen de las capacidades de la organización criminal y de los intereses en juego. (La más extendida es  la externalización bajo la supervisión de “figuras de representantes”de organizaciones contratantes para verificar que el desempeño se ajusta a lo pactado.)

Otras motivaciones que pueden explicar el interés por África para el tráfico de cocaína son la posibilidad de acceder a nuevos mercados (ampliación de la demanda) y la búsqueda de recursos o de oportunidades de inversión, opciones que igualmente han impulsado el “desembarco” del crimen organizado latinoamericano en África. Por otro lado, África tiene “atractivo criminógeno”, como espacio óptimo para el desarrollo de actividades delictivas debido a  la inestabilidad de la zona y la fragilidad y/o disfuncionalidad de los Estados. Ciertamente, la debilidad institucional y la “ausencia de estatalidad” configura un espacio de impunidad especialmente atractivo para la criminalidad organizada.

También los factores geográficos son determinantes. La situación geográfica de la región destaca por su proximidad relativa, dado que la distancia entre Sudamérica y las costas africanas es menor que la que separa al subcontinente americano de Europa. Esta ventaja se amplía debido al menor nivel de vigilancia marítima y aérea en el Atlántico Sur que en el Norte.

Asimismo, África Occidental destaca por una geografía costera caracterizada por un sinnúmero de islas no habitadas, 59 líneas de costa no vigiladas y espesa vegetación, lo que ofrece una amplia gama de rutas potenciales. Hacia el interior se encuentran amplias zonas remotas, inhóspitas y escasamente pobladas, sumado a un conjunto de fronteras muy porosas e infrecuentemente vigiladas. Todo lo cual conjuga un escenario óptimo para la ocultación y la movilidad necesarias para un desarrollo discreto de la actividad del narcotráfico.

Otro de los factores explicativos guarda relación con el auge de las infraestructuras portuarias en la costa occidental de África. Su amplio desarrollo en las últimas décadas posibilita implementar con éxito la nueva estrategia adoptada

Rutas

(a) La ruta norte (o tradicional): Caribe‐Azores‐Portugal/España.

La cocaína es transportada desde América del Sur hacia la UE a través del Océano Atlántico. Desde Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador o Venezuela se envían por mar cargamentos de varias toneladas en dirección a las zonas costeras de Galicia y Portugal, así como a los principales puertos de contenedores de España, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, los Países Bajos y el Reino Unido. En una primera fase, la droga puede transportarse directamente por mar o aire a las islas del Caribe, o llevarse por tierra a la costa caribeña de América del Sur

(b) La ruta media (o de los veleros): América del Sur‐Islas de Cabo Verde/Madeira/Islas Canarias‐Europa Occidental.

Se extiende desde, por ejemplo, Brasil hasta España, mediante grandes buques hasta Cabo Verde, las Azores, Madeira o las Islas Canarias. Finalmente se transporta a la España peninsular en embarcaciones más pequeñas, especialmente buques pesqueros y planeadoras.

(c) La ruta africana: América del Sur‐África Occidental‐Portugal/España.

La ruta abarca la totalidad de la cornisa atlántica de África Occidental y el Golfo de Guinea: Cabo Verde, Benín, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Nigeria, Sierra Leona y, más recientemente, Marruecos, Mauritania y Togo, seriamente afectados por el tráfico de cocaína.

Existe a su vez una variante o sub-ruta que se identifica como la “Ruta del Sáhara Occidental”. Aprovecha los canales de distribución marítima y la logística del tráfico de hachís y de personas, monopolizado prácticamente por organizaciones criminales marroquíes y, en menor medida, mauritanas.

El objetivo final de la expansión: La China

A largo plazo, consolidar la plaza en África Occidental representa para las organizaciones criminales latinoamericanas alcanzar el mercado asiático atravesando un continente caracterizado por una debilidad estatal. Como recoge Roberto Saviano en su monográfico sobre el tráfico de cocaína, la red criminal que logre introducir la cocaína en el mercado asiático, incluyendo China, y controlarlo, adquirirá un poder inusitado.

Un estudio completo sobre este tema puede descargarse en: http://crimtrans.usal.es/?q=node/371


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