

Quedémonos, por tanto, con cualquiera, que todas definen a un personaje apasionante, “caballero de fortuna”, surgido un siglo después del Cid Campeador castellano (1048-1099), y un siglo antes que Roger de Flor (1266-1305) -que estuvo al servicio de la Corona de Aragón-; como los condottieros italianos (guerreros de “oficio” al servicio de las ciudades-estado), entre los que destacarían con el andar del tiempo Gattamelata (1370-1443) y Colleoni (1398-1475).