
CiU, ERC y la CUP, han recibido el apoyo del PSOE -PSC en este caso, naturlamente- para modificar en el pleno municipal, el nombre de “Plaza de la Cosntitución” de Gerona, por el “Plaza del 1 de Octubre”.
Al margen de la connotación política de la modificación, ésta tiene un marcado carácter partidista que puede terminar por confundir a la ciudadanía; imagínese vd. que en las siguientes elecciones la mayoría de ediles son de perfil constitucionalista y cambian de nuevo la denominación a “Plaza del artículo 155”, y así sucesivamente, en un sinfín de despropósitos inútiles y pueriles.
Por otra parte, y desde el desconocimiento de la realidad catalana -algo que solo ellos entienden, como repetidamente han afirmado propios y extraños, conspicuos del proceso y gente de la calle en incontables entrevistas- no parece motivo de orgullo político -y menos aún democrático- la celebración de un supuesto referéndum sin garantía alguna, con urnas que llegaron llenas a los colegios electorales, en el que circularon por las redes sociales incontables casos de ciudadanos que votaron media docena de veces y en el que si un sujeto no podía depositar la papeleta en su colegio -por permanecer cerrado dado el carácter ilegal de la consulta- podía hacerlo en cualquier otro que le viniese en gana. No parece una buena tarjeta de presentación para una república modelo que pretende ser adalid de la democracia y modernidad en esta vieja Europa, que espera importar de los catalanes su modelo social y político, su tejido empresarial en fuga y sobre todo, su peculiar forma de ejercer el derecho al voto enorgulleciéndose de los pucherazos. Así de siemple.
