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Gertrude Stein, Autobiografía de Alice B. Toklas (descargar)
Publicado el 28 diciembre 2011 por LilikBajo el pretexto de escribir las memorias de Alice B. Toklas, su íntima amiga, secretaria y confidente, Gertrude Stein, no sólo nos cuenta la historia de su propia vida, sino que nos ofrece la deliciosa crónica de treinta años de vida parisiense. Se trata en definitiva de la evocación magistral de todo un mundo y de toda una época, plasmados en un libro absolutamente excepcional.
Gertrude Stein juega a desgranar sus recuerdos de las tres primeras décadas del siglo veinte con el recurso de simular una autobiografía de su secretaria y amiga Alice B. Toklas en la que la propia Gertrude es el personaje más mencionado. Los datos que se dan sobre las dos mujeres son sólo circunstanciales (no se entra en su intimidad y apenas en su forma de pensar), pero la obra es muy interesante como suministradora de anécdotas recogidas de primera mano sobre una amplia serie de artistas, escritores e intelectuales: el matemático Whitehead, el músico Erik Satie, el fotógrafo Man Ray, los escritores Hemingway, Anderson, Cocteau, y Tzara, y los pintores Picabia, Matisse, Gris, Braque y sobre todo Picasso, íntimo amigo de Stein desde principios de siglo. Stein (a través del personaje de la narradora Toklas) señala su identificación con la mentalidad y la obra del madrileño Juan Gris, frío y cerebral hasta lo matemático, como se considera también ella misma, y habla de los reproches que le dirigió a Picasso por el tono de desconsideración con que éste a veces hablaba de aquél. Stein insiste en que el cubismo es una concepción puramente española: "sólo los españoles pueden ser cubistas y el único cubismo verdadero es el de Picasso y el de Juan Gris. Picasso creó el cubismo y Juan Gris le infundió su personal claridad y exaltación".
En el libro se relatan algunas de las más conocidas anécdotas referentes a la propia Stein. Gertrude dice que el retrato que le hizo Picasso en la primera década del siglo (que se hizo tan famoso posteriormente) no se le parece, a lo que el pintor responde que eso carece de importancia: "ya se le parecerá". En otro lugar se dice que fue la propia Alice B. Toklas quien encontró en los papeles de Stein, a modo de frase inspiratoria, el famoso "una rosa es una rosa es una rosa", que además le invitó a que lo convirtiera en una especie de lema personal que imprimió en el membrete de sus cartas y en manteles. Se cuenta igualmente la participación de ambas mujeres en tareas humanitarias, como conductoras, en la Primera Guerra Mundial y las peleas de Stein para publicar sus primeros escritos.
Descargar libro: http://www.linksole.com/xn48dy
Fuente: quedelibros