Gestión de crisis: el ébola (i)

oct
9
2014 actualidad // Management & Comunicación // Miguel Benavent de B. // Opinión

GESTIÓN DE CRISIS: EL ÉBOLA (I)

Escrito por Miguel Benavent de B.   Sin comentarios

No voy a entrar en visiones catastrofistas ni a especular en conspiraciones que invitan a pensar en una epidemia generada, financiada y orquestada mundialmente por un Sistema desesperado que sobrevive gracias al miedo de la población. Lo que seguro que no es del todo incierto…

Desde hace casi 30 años he trabajado como consultor de empresa y, entre otras, especializado en gestión de crisis. He colaborado en muchos temas delicados de seguridad alimentaria o farmacéuticas, crisis financieras, cierres de empresa y accidentes de todo tipo, para empresas e instituciones. Pocas veces he trabajado para gobiernos o políticos, pues éstos priman más la lealtad y salvar su reputación “electoral”, que resolver las crisis o suavizar su impacto en los afectados. Y, así, durante años suelo analizar los sucesos (Carmel, Prestige, entre otros) desde el punto de vista profesional y con rigor, explicando cómo se debería haber gestionado cada tema.

De entrada, para resolver una crisis del tipo que sea hay que tener voluntar de resolverla en lo posible y, si es posible, aprender de ella para que no se repita en el futuro.  Ni qué decir tiene que, en manos de según quién, el que gestiona una crisis no siempre tiene ese objetivo, sino el de salvaguardar su imagen y, si aún la tiene, credibilidad y reputación. En segundo lugar entender que una crisis no es más que la conjunción de factores imprevistos y que se aúnan para provocar el descontrol. Y en tercer lugar, gestionarla de manera rápida y eficaz, pues el tiempo es crítico en la toma de decisiones y en su impacto. Para ello, se deben tomar decisiones efectivas de todo tipo, pero distinguiendo y priorizando en todo momento entre las humanitarias, las legales, económicas y las “electorales”. Y, por último, entender que en cualquier crisis hay dos perspectivas diferentes: la realidad y la percepción de la crisis como tal.

No voy a entrar en detalles de la pésima gestión de esta nueva crisis del ébola, por parte de Sanidad y del Gobierno. Rajoy ya nos enseñó sus artes gestionando la catástrofe del Prestige, que contaminó 4.000 Kms de costa gallega, con gran impacto en toda su industria conservera, turística, etc. Los políticos solo saben gestionar las crisis pagando a los afectados… con nuestro dinero, claro. Solo así se explica el que la gente afectada les siga votando. En este caso del ébola, ya se están dando una serie de errores concatenados, como la detección tardía y mal gestionada de una nueva afectada del ébola y, lo que es peor, desviando la mirada hacia sus efectos colaterales, ya sea el sacrificio de un animal y/o culpando sutilmente a la víctima de una negligencia profesional, a pesar del supuestamente intachable procedimiento a seguir, marcado por Sanidad y por la OMS… por cierto, lo que no es garantía de sensatez, control ni eficacia, sino de los intereses más bien ocultos que hay detras, como exculparse por la mala gestión, la inoperancia o, algo más allá, como la crónica connivencia de la Administración con los todopoderosos laboratorios farmecéuticos o su exceso de celo por mantener su -ya malograda- reputación o su presunta capacidad de afrontar una crisis (si es que aún la conservan).

Seguirá…